Este es un salmo escrito por David, al parecer uno que fue escrito cerca de sus circunstancias de la unción. Es uno de los salmos de confianza, presenta una de las imágenes más hermosas y cercanas de la Biblia, particularmente David era un pastor conocía lo que significaba cuidar ovejas. El mismo aplica este concepto al reconocer que es una oveja al cuidado del SEÑOR.
Versículo 1
El título que se le coloca al Señor Dios aquí es de pastor, un término que fue usado por vez primera en el AT por Jacob (cp. Gn. 49:24), y se refiere al oficio de cuidar (apacentar) ovejas, muy referido más que todo al cuidado de las ovejas.
David se refiere al Señor como mí Pastor, en términos posesivos, así como Israel afirma que Dios es su Dios (Exo. 20:1-2), de la misma manera este cantico era parte de lo que debían cantar los Israelitas y confesaban conjuntamente con David que Dios era su pastor.
Eso le permitía dilucidar una afirmación implícita, “nada me faltara” (LBLA) o “tengo todo lo que necesito” (NTV) o “nada me falta” (NVI) ¿Es aquí un presente o un futuro? Lo mejor es verlo como un presente, puesto que va unido a la declaración de que el SEÑOR es (presente) mi pastor.
Aquí se une el carácter de Dios, nuestra condición como ovejas como alguien que tiene lo que necesita. Si puedes afirmar Dios es mi pastor, también puedes decir “nada me falta”, porque ciertamente una declaración implica la otra. Si Dios es nuestro pastor entonces lo será siempre y siempre nos sustentará y nos cuidará en medio de cualquier circunstancia.
Es importante notar que tenemos todo lo que necesitamos, o que nada nos falta. El cuidado de Dios es integral, tanto nuestra alma como nuestro cuerpo pueden estar sustentados por Dios, darnos de su amor y su bondad.
Versículo 2
Es interesante notar que ahora después de la declaración que nos da el salmista, nos lleva a contemplar al pastor con sus ovejas en los campos y las aguas. En primer lugar nos dice que:
En los verdes pastos hace descansar:
Este era el lugar donde descansaban las ovejas, ellas se inclinaban y se acostaban, no obstante esto era algo que hacía el pastor. Ellos requerían sentirse augustos, alimentados y cuidados para poder descansar, debían estar saludables, no podían tener heridas o una condición de enfermedad. Era necesario, pues, que el pastor las hiciera descansar en verdes pastos.
Este lugar era también el lugar donde eran alimentados, el buen pastor alimenta y hace descansar al mismo tiempo. La palabra que se hace para descansar implica reclinar las cuatro patas, literalmente era una palabra de índole pastoral e implicaba el acto de descansar de las ovejas.
¿Es requerido el descanso? ¿Qué tanto necesitamos descansar? ¿Necesitamos igualmente que el Señor nos pastoree para que podamos descansar? ¿Necesitamos de su brazo y su cuidado?
Junto aguas tranquilas me conduce:
En tierras semiesteparias como las de Palestina, los pequeños oasis y praderías son codiciosamente buscados por los pastores.
Aquí dice que son aguas de reposo (LBLA), aguas tranquilas (NVI), arroyos tranquilos (NTV). La idea presente es la de quietud y tranquilidad, por un rio o aguas fluyentes con un sonido musicalmente tranquilo.
¿Qué es lo que hace en estas aguas? Los conduce, o los direcciona (Jer. 31:9). ¿Tiene alguna relación estas aguas con el poder conducir a las ovejas? Era más sencillo, al parecer, hacerlo de esta manera, les generaba más confianza y tranquilidad.
Estas dos cosas hablan de la forma como el pastor pastorea a sus ovejas, como las guía y las cuida, como las ayuda a caminar y las ayuda a descansar, como las pone en circunstancias buenas para su cuidado.
Versículo 3
El restaura las fuerzas (literalmente alma), o también infunde nuevas fuerzas (NVI). El significado es de reavivar o reanimar el alma, generando nuevas fuerzas, aquí tiene presente la idea de conducción por las aguas de reposo. Aunque estemos cansados podemos recuperar las fuerzas por el cuidado del buen pastor. Significado tiene la idea de volver a un estado, y en este caso a un estado de fuerzas, renovación de fuerzas o infundir nuevas fuerzas.
Dios restaura las fuerzas de su pueblo, y restituye su alma para pueda seguir en el camino. Este camino es un camino de justicia, y señala así lo que Dios hace con sus ovejas, las dirige por caminos de rectitud y santidad. En este camino es que Dios restituye fuerzas (Is. 40:30-31).
Dios guía a sus ovejas por sendas conforme a su palabra, conforme a su ley y su gracia, no por sendas extrañas a su voluntad o a la declaraciones morales del Evangelio, el nos dirige y nos lleva de la mano al lugar y la dirección correcta (Pr. 4:11-12). Ahora ¿Por qué lo hace? ¿Por qué Dios nos guía, nos cuida y nos encamina por estos lugares? ¡Por amor de su nombre!
Es maravilloso ver que Dios le ha placido colocar su nombre sobre su pueblo, y así por amor a si mismo mostrarnos amor a su pueblo y así señalar las bondades, vez tras vez, con infinita y asombrosa fidelidad llevarnos por sendas de justicia (ver Sal. 8:1; 25:11; 31:3; 106:8; Ef. 1:6).
¡Qué bueno es contar con este pastor que hace su labor no por nuestras propias obras! ¡Sino por fidelidad a si mismo! Si no fuera así, nos abandonaría en el camino cada vez que tropezamos.
Versículo 4
Aunque pase por valle de sombra de muerte, fijémonos que aquí hace referencia que es posible que las ovejas pasen por valle de sombra de muerte. Literalmente la palabra tiene relación con el sepulcro, puede significar también calamidad. Las ovejas del Señor pueden pasar por sendas oscuras y tenebrosas que le generan temor y aflicción.
Aun así el salmista afirma que no teme mal alguno, la sombra de muerte es ciertamente un lugar donde puede estar el mal y mantenerse el peligro a poca distancia, es normal que una oveja se sienta temerosa. Pero aquí el salmista afirma que aunque esté pasando por estos valles de sombra de muerte no teme mal alguno.
¿Por qué razón? Porque tu vas conmigo, la compañía de Dios con su pueblo siempre ha sido un impulso y aquí un remedio al temor (cp. Deu 31:6; Deu 31:8; Jos 1:5; Sal 94:14; Heb 13:5), la oveja puede sentirse segura en un lugar con peligro porque el pastor junto a ella, así de la misma manera podemos estar seguros en un lugar peligroso cuando sabemos que quien nos protege es mayor que cualquier otro peligro.
La humanidad es frágil como las ovejas; los efectos del pecado, paradójicamente son parte de sus peligros: las guerras, las riñas, las peleas, el debacle económico, la intemperancia de nuestro prójimo, etc. Todas estas cosas nos afectan, nuestra seguridad es atacada y solo nos queda defendernos a nosotros mismos con nuestras propias fuerzas. No obstante, cuando somos ovejas por las cuales el gran pastor muere, pertenecemos a su cuidado ¿Por qué? Porque él murió por ellas, ¿si Él nos ha dado a Cristo Jesús como no nos dará conjuntamente con el todas las cosas? En el Evangelio revelado en el Nuevo Testamento queda aun más afianzada esta verdad.
Hay dos elementos que están aquí presentes, uno es la vara y la otra el cayado. La vara les protege, era como un báculo para pelear con las fieras y así proteger a las ovejas. Y también estaba el cayado que era para guiarlas y redireccionarlas cuando se descarriaban del camino, este tenía una curvatura en la parte de arriba para jalar por el cuello o las patas a una oveja.
Esta vara o cayado reconforta a la oveja, permite que renueve sus fuerzas. Este cayado está relacionado con el cuidado, pero también con la dirección de Dios, el camino de justicia y el amor que tiene por si mismo nos es recordado en esta parte del texto.
Versículo 5
En este versículo muestra otra imagen, la de un padre que es hospitalario con su huésped. Dice que ordena la mesa de él ante sus perseguidores, es decir que le da de comer y beber en la nariz de su enemigo.
Le da una excelente trato, unge su cabeza y además la copa de él esta rebosando. Es posible que este término “copa rebosante” sea un símbolo de felicidad, pero la presencia de los angustiadores implica una circunstancia de dificultad ¡Dios puede hacer brillar nuestras sonrisas en la oscuridad!
El poner un banquete implicaba anteriormente una relación de alianza (o un pacto), la idea presentada es una intimidad cercana con Dios, puesto que había una gran relación entre comer y convivir. Cuando alguien invitaba a otro a comer era porque deseaba de su compañía, conocerlo o relacionarse con tal. Aquí representa el acto de Dios de relacionarse con nosotros. Esta relación personal con nuestro Dios nos permite descansar y estar seguros en momentos de dificultad.
“Contemplemos en el salmo uno de esos fugitivos, perseguido por sus enemigos, que se acoge al derecho de hospitalidad. El jeque lo acoge en su tienda, le ofrece de comer y beber, le unge la cabeza con aromas. Los enemigos se detienen a la puerta de la tienda: al ver al fugitivo comiendo, es decir, disfrutando de la hospitalidad, comprenden que está bajo la protección del otro. Cualquier agresión sería atentar contra los derechos sagrados de la hospitalidad, sería una ofensa al anfitrión que lo ha recibido. Los enemigos se retiran. Cuando el fugitivo ha comido y bebido, el jeque le ofrece una escolta de dos hombres que lo acompañen hasta su destino.”
Versículo 6
La bondad y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, dice el Salmista. Pareciera que aquí estas dos virtudes son puestas como objetos abstractos, pero para el pensamiento Hebreo este no era el significado: “tu bondad y tu amor inagotable me seguirán por siempre. Estarán conmigo, porque tu esteras conmigo por siempre” (es básicamente lo que quiere proclamar David).
El hecho de que el salmista dice que le seguirán, es que siempre vera evidencias de este amor por el resto de su vida y continuara sin interrupciones hasta la eternidad. La esperanza de aquél que tiene a Dios como su Dios es que lo tendrá de la misma forma por siempre y para siempre.
Aquí existe una relación estrecha entre la casa del Señor (el Templo), con la presencia de Dios y la oportunidad de adorarle, la idea que está detrás es una relación personal con Dios. Quien conoce a Dios entonces puede confiar en Él y experimentar la bondad y el amor de Dios.
Beneficios de tener a Dios como nuestro cuidador:
- Nada nos falta (v. 1)
- Reposo/descanso (v.2ª)
- Restauración (v. 3ª, 4b)
- Conducción/guía (v. 2b y 3b)
- Confianza/ausencia de temor (v. 4a)
- Relación con Dios (v. 5a)
- Felicidad abundante (v. 5b)
- La presencia del amor y la bondad de Dios (v. 6a)
- La presencia de Dios (v. 6b)
Perspectiva Novotestamentaria:
Este pastor en el Nuevo Testamento es el Señor Jesucristo, la mira a las personas como ovejas sin pastor (Mt. 9:23) y además nos llama sus ovejas y explica que el ofrece su vida por ellas (Jn. 10:1-15). En ese acto se muestra el amor y la veracidad de ser el verdadero pastor prometido para nosotros (cp. Jn. 10:1-5, 14; Ez. 34:23). La imagen es de uno que cuida a su rebaño con su propia vida.
Esta idea nos permite disfrutar de una relación personal con Cristo que incluye la protección y cuidado de Él, el conocer a Dios como nuestro pastor nos permite experimentar una vida de ovejas a su cuidado. El cuidador por excelencia es Dios, nuestra alma puede estar reconfortada, y aunque pasemos por valles de sombra de muerte el estará con nosotros.