Génesis 4:1-7 se sitúa en un punto crucial de la narrativa bíblica, marcando el comienzo de la expansión de la humanidad tras el Edén, pero también el origen de su inclinación hacia el conflicto y el pecado. Este pasaje, cargado de simbolismo y lecciones morales, nos ofrece una visión profunda de las dinámicas humanas y divinas en los albores de la civilización.
Versículos 1 al 5
La penumbrosa historia de Génesis, capítulo 3, se contrasta con la luz del amor y un nacimiento. Nos dice que Adán se unió a su mujer, y como resultado tuvo un hijo. En este texto el verbo ‘concebir’ y ‘dar a luz’ están en secuencia, indicando una causa de la otra, como es lógico pensarlo. Pero la secuencia no termina allí. Vemos que Adán conoce a su mujer, está concibe, da a luz y expresa esto.
Aparece entonces el nombre de uno de los personajes de la Biblia más nombrados, el nombre ‘Caín’ aparece por primera vez aquí y se repite 13 veces en todo el capítulo. El verbo parecido al nombre de Caín significa llegar a tener o adquirir, de allí la expresión de Eva ‘«¡Con la ayuda del SEÑOR, he tenido un hijo varón!»’
Posteriormente, en el NT el término solamente aparece 3 veces (Heb. 11:4; 1 Jn. 3:12; Jud. 11), siempre relacionándolo de una forma negativa, o en contraste con Abel.
Posteriormente, dio a luz a Abel, nombre que significa vapor, probablemente relacionado con la brevedad de la vida y la percepción del tiempo. Pareciera que Eva estuviera viendo la provisión de Dios en Caín, pero la transitoriedad de la vida en Abel. Automáticamente, después de darnos los nombres de Caín y Abel, se nos habla de lo que ellos hacían y se dedicaban: Caín era agricultor, alguien que se dedicaba a la tierra, mientras que Abel se dedicaba al ganado, a la vida silvestre.
En este sentido, la idea que transmite esta expresión es que eran personas diferentes, áreas de trabajo con características muy diferentes. Aunque existe cierta posibilidad de que estos fuesen gemelos, ya que la expresión usada en el texto pareciera indicar que Abel y Caín nacieron de forma simultánea. Además, se entiende que estos sean los primeros oficios que aparezcan en la Escritura debido a la forma como debían vivir, adicionalmente. La especialización de los oficios, el desarrollo de la humanidad.
Ahora, el texto nos narra en el verso 3 que cierto tiempo después, esto después del nacimiento y del desarrollo de sus habilidades, Caín presento una ofrenda del fruto de la tierra. El término usado aquí se utiliza para hablar de un regalo o un presente (Gen. 32:14, 19, 21; 33:10; 43:11; Ex. 29:41; 30:9; 40:29), el tema de la ofrenda está muy presente desde los versículos 3-5, de modo que se repite en cada versículo el término.
¿Por qué una ofrenda fue aceptada y otra rechazada?
Esta pregunta no ha tenido una respuesta satisfactoria alrededor de la historia, la Biblia pareciera indicarnos que la razón es la falta de fe de Caín. Aunque posteriormente, basándonos en las obras de Caín, podríamos afirmar que ha sido por el contenido de su corazón.
La adoración y la ofrenda están muy relacionados entre sí (Lev. 1-7), generalmente las ofrendas tienen algo a la vista, ya que existían por la culpa, agradecimiento, por el pecado, etc. ¿Qué estaban haciendo exactamente aquí Caín y Abel? ¿Por qué no participan sus padres de esto?
La Escritura no nos da muchos detalles, sabemos por otros aspectos de la Escritura que la ofrenda de alimentos no era inadecuada, y como tal Caín estaba dando del fruto de su trabajo, al igual que Abel.
Algunos afirman que era porque Dios había revelado la ofrenda exacta que se le debía traer, no obstante, esto no se especifica, es tan válida esta especulación como cualquier otra. Lo que la Escritura nos afirma es la disposición moral, interna e integra del sacrificio de Abel.
La respuesta de Caín
La respuesta de Caín es considerada en esta porción de las Escrituras, nos dice que Caín ‘se enfureció y andaba cabizbajo’ ¿Por qué? Porque Dios no vio con agrado su ofrenda. Pensemos por un momento Caín estaba presentando una ofrenda, y esperaba agradar a Dios, pero, no lo hizo, al contrario, vio con agrado a su hermano menor. No le gusto: se enfureció, y andaba cabizbajo.
Estas dos palabras son muy descriptivas, la primera expresión refiere a una ira desmedida, la palabra usada viene de una expresión aramea que refiere a causar un gran fuego, y se usaba para hablar de la sensación de ardor, sea por ira o por dolor en la garganta. De aquí que esta palabra quiere significar arder de enojo (Ej: Jon. 4:1; Neh. 3:20; Gen. 39:19; Ex. 32:10; 1 Sm. 20:30). Esta palabra viene acompañada de la expresión en gran manera o mucho, para dejar en claro que no era una ira cualquiera.
Y, la segunda expresión, significa literalmente ‘con el rostro decaído’ esta expresión es una combinación de dos palabras que viene a significar tristeza, combinada con la ira que tenía en su corazón. Según la prueba de Plutchik, una prueba psicológica sobre las emociones y sentimientos básicos, la ira y la tristeza es igual a envidia.
Versículos 6 al 7
Ahora ingresa el Señor en la historia, y le pregunta a Caín por estas dos emociones ¿Por qué estás tan enojado? Y ¿Por qué estás tan cabizbajo? Ambas preguntas nos hacen ver sobre el mundo interior de Caín ¿Cuáles serían sus razones para entrar en ese estado emocional? El asunto radica ya, en la forma como Dios trata con Caín. Aquí en esta escena hay gracia para un gran pecador.
Lo que Dios dice posteriormente es digno de contemplar. Él afirma una máxima sobre la conducta, la retribución delante de su presencia y la justicia de Dios. Aquí hay algo muy interesante: Dios sigue siendo el mismo, él no ha cambiado, quienes han cambiado son los hombres y con base en esa la relación no es la misma.
La ira de Caín se encuentra en contra de Dios en última instancia, ya que es contra el que va dirigido su inconformidad. Generalmente, la ira se relaciona con la ofensa, con la indignidad de algo injusto, o de no atender las necesidades, Caín, muy seguramente, estaba enojado a causa de su propio pecado, pero su razón radicaba en el hecho de la consideración de Dios.
Dios dice que el bien es lo que lo hará acepto delante de Dios, es hacer las cosas bien, es hacer lo que es justo. El término “bien” se refiere a una bondad en algunas ocasiones (Gn. 32:10), pero en otras tiene relación con el comportamiento y bien moral, como en este caso (Nm. 10:29; Dt. 6:18), en este sentido la palabra transmite tanto el bien que debe hacer (moral) como lo que ha de recibir si sigue esta norma.
La imagen que luego transmite Dios es la de hacer bien, ser aceptado. No hacer bien, el pecado a esta a la puerta acechándote. Básicamente, la idea es la de una vida pervertida, pone al hombre a merced del pecado.
La NVI traduce que el pecado está como una fiera, agazapada, esperando el momento oportuno para dominarte. Sin embargo, extrañamente la NTV traduce el pecado como personalizado, como ansioso por tomar control de la vida de las personas.
Pero, la responsabilidad de Caín es controlar este pecado.
Conclusión
Génesis 4:1-7 es una narrativa rica en simbolismo y lecciones morales, que abarca temas de vida, muerte, adoración, pecado y redención. A través de la historia de Caín y Abel, somos testigos de la complejidad de la condición humana y la constante gracia y justicia divinas. Este pasaje nos invita a reflexionar sobre nuestras propias ofrendas, emociones y la manera en que enfrentamos el pecado en nuestras vidas. Al final, la lección perdurable es una de responsabilidad: controlar nuestras inclinaciones más oscuras y buscar siempre el bien, en presencia de Dios y en nuestra conducta diaria.
