Carta a los Romanos resumen por capítulos

Resumen del libro de Romanos (capítulo por capítulo)

Indice de contenido:

El libro de Romanos, escrito por el apóstol Pablo, es una de las cartas más importantes del Nuevo Testamento, ya que presenta de manera profunda la teología cristiana, la salvación, la gracia de Dios, la fe, y la vida en el Espíritu. Los capítulos 11 al 16 ofrecen una mezcla de teología y aplicaciones prácticas para la vida de los creyentes.

A continuación, te proporciono un resumen de estos capítulos:

Capítulo 1

Pablo se presenta y saluda a la iglesia en Roma, expresando su deseo de visitarlos para impartir algún don espiritual que los fortalezca y tener comunión con ellos (Romanos 1:1-15). Luego, declara que no se avergüenza del evangelio porque es el poder de Dios para salvación de todo aquel que cree, primero al judío y también al griego, revelando la justicia de Dios por medio de la fe (Romanos 1:16-17). Sin embargo, la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que suprimen la verdad; Pablo describe cómo la humanidad, a pesar de conocer a Dios, se ha desviado hacia la idolatría y todo tipo de pecados, mereciendo justamente el juicio de Dios (Romanos 1:18-32).

Capítulo 2

Pablo advierte contra el juicio hipócrita, señalando que Dios juzgará a todos según sus obras, tanto a judíos como a gentiles, y que no hay favoritismo con Dios (Romanos 2:1-16). Se dirige específicamente a los judíos, argumentando que la posesión de la ley y la circuncisión física no justifican ante Dios si no se cumple la ley; la verdadera circuncisión es la del corazón, por el Espíritu (Romanos 2:17-29).

Capítulo 3

Pablo continúa argumentando que tanto judíos como gentiles están bajo el pecado, citando las Escrituras para mostrar que nadie es justo delante de Dios (Romanos 3:1-20). Sin embargo, ahora se ha manifestado una justicia de Dios aparte de la ley, accesible mediante la fe en Jesucristo para todos los que creen. No hay distinción, pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia mediante la redención en Cristo Jesús (Romanos 3:21-31).

Capítulo 4

Pablo usa el ejemplo de Abraham para demostrar que la justificación viene por la fe y no por las obras de la ley. Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia antes de ser circuncidado, haciéndolo padre de todos los creyentes, circuncidados o no (Romanos 4:1-12). La promesa a Abraham y a su descendencia de ser heredero del mundo no vino por la ley, sino por la justicia de la fe, asegurando que la promesa es por gracia y está garantizada para toda su descendencia (Romanos 4:13-25).

Capítulo 5

Teniendo justificación por la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo y podemos regocijarnos en la esperanza de la gloria de Dios, incluso en las tribulaciones (Romanos 5:1-11). Pablo contrasta a Adán y Cristo, mostrando cómo el pecado y la muerte entraron al mundo por Adán, pero la gracia y la vida eterna vinieron a través de Jesucristo. La transgresión de uno trajo condenación para todos, mientras que el acto justo de uno trae justificación y vida para todos (Romanos 5:12-21).

Capítulo 6

Pablo aborda la cuestión de si debemos continuar en el pecado para que la gracia abunde, respondiendo enfáticamente que no. Al ser bautizados en Cristo, fuimos bautizados en su muerte y resucitados a una nueva vida, debiendo considerarnos muertos al pecado pero vivos para Dios en Cristo Jesús (Romanos 6:1-14). Los creyentes son exhortados a ofrecerse a Dios como instrumentos de justicia, pues han sido liberados del pecado y hechos siervos de Dios, con el resultado de la santidad y la vida eterna (Romanos 6:15-23).

Capítulo 7

Pablo usa la analogía del matrimonio para explicar que, al morir con Cristo, los creyentes han sido liberados de la ley, pudiendo pertenecer a otro, es decir, a Jesús, para dar fruto para Dios (Romanos 7:1-6). A continuación, discute el propósito de la ley y su relación con el pecado, argumentando que

la ley es santa y buena, pero que el pecado aprovecha el mandamiento para producir toda clase de codicias. Aunque desea hacer el bien, encuentra otra ley en sus miembros que lo lleva cautivo al pecado (Romanos 7:7-25).

Capítulo 8

Este capítulo comienza con la afirmación de que no hay condenación para los que están en Cristo Jesús, porque la ley del Espíritu de vida nos ha librado de la ley del pecado y de la muerte (Romanos 8:1-4). Los que viven según el Espíritu tienen sus mentes puestas en las cosas del Espíritu, lo que lleva a vida y paz (Romanos 8:5-11). Los creyentes son hijos de Dios, coherederos con Cristo, y aunque sufren con él, también serán glorificados con él (Romanos 8:12-17). Pablo habla de la esperanza de la redención de nuestros cuerpos y de toda la creación, que gime y sufre dolores de parto esperando la revelación de los hijos de Dios (Romanos 8:18-30). El capítulo concluye con una poderosa afirmación del amor inquebrantable de Dios en Cristo Jesús, que nada puede separarnos de (Romanos 8:31-39).

Capítulo 9

Pablo expresa su tristeza y angustia por sus compatriotas israelitas, deseando incluso ser separado de Cristo por amor a ellos (Romanos 9:1-5). Discute la soberanía de Dios en la elección y su propósito de elección, usando a Isaac y a Jacob como ejemplos de su elección aparte de las obras, y a Faraón para mostrar su derecho a endurecer a quien quiera (Romanos 9:6-18). Pablo anticipa objeciones a su enseñanza sobre la soberanía de Dios, concluyendo que Dios tiene misericordia de quien quiere y endurece a quien quiere, pero también prepara vasos de misericordia para gloria, incluyendo a los gentiles (Romanos 9:19-33).

Capítulo 10

Pablo expresa su deseo de que Israel sea salvo, señalando que su celo por Dios no está basado en el conocimiento, ya que desconocen la justicia de Dios e intentan establecer la suya propia (Romanos 10:1-4). Explica que Cristo es el fin de la ley para justicia a todo aquel que cree y destaca la simplicidad del mensaje del evangelio: confesar a Jesús como Señor y creer que Dios lo levantó de los muertos lleva a la salvación (Romanos 10:5-13). Pablo subraya la importancia de la predicación del evangelio para que las personas crean y sean salvas, citando las Escrituras sobre la belleza de llevar las buenas nuevas (Romanos 10:14-21).

Capítulo 11

En Romanos 11, Pablo discute la relación de Israel con la salvación y como Dios no ha rechazado a su pueblo elegido, sino que, a través de su parcial endurecimiento, ha abierto la puerta para que los gentiles sean salvos. Este proceso sirve para provocar celos en Israel y, eventualmente, llevarlos a la salvación (Romanos 11:1-11). La metáfora del olivo ilustra cómo los gentiles han sido injertados en la rica raíz de la promesa de Dios a Abraham, mientras se advierte a los gentiles que no deben jactarse contra las ramas naturales (Israel), ya que Dios puede injertarlos de nuevo (Romanos 11:17-24).

Capítulo 12

Romanos 12 marca un cambio hacia la aplicación práctica, exhortando a los creyentes a presentar sus cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, lo cual es un acto de adoración espiritual. Este sacrificio involucra una transformación mediante la renovación de la mente, probando la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta (Romanos 12:1-2). El capítulo continúa con Pablo instando a los creyentes a vivir en humildad, a usar sus dones dados por Dios para servir a la comunidad de fe en amor, y a ejercer la hospitalidad, bendecir a los perseguidores, y vivir en paz con todos, en cuanto sea posible (Romanos 12:3-21).

Capítulo 13

Pablo aborda la relación del creyente con las autoridades gubernamentales en Romanos 13, instruyendo a los creyentes a someterse a ellas, ya que han sido establecidas por Dios. La resistencia a la autoridad es resistencia a lo que Dios ha ordenado, lo cual trae juicio (Romanos 13:1-2). Además, Pablo enfatiza el amor como el cumplimiento de la ley, argumentando que el amor al prójimo cumple todos los mandamientos relacionados con las interacciones humanas (Romanos 13:8-10).

Capítulo 14

En Romanos 14, Pablo trata las disputas sobre prácticas disputables entre los creyentes, como las dietas y días sagrados. Enfatiza la aceptación y el no juzgar a otros en estos asuntos, ya que cada uno debe ser fiel a su propia conciencia y convicciones ante Dios (Romanos 14:1-5). Pablo subraya la importancia de la paz y la edificación mutua sobre las opiniones personales, recordando a los creyentes que todos compareceremos ante el tribunal de Cristo (Romanos 14:10-19).

Capítulo 15

Continuando con el tema de la consideración por los débiles en la fe, Pablo en Romanos 15 insta a los fuertes a soportar las debilidades de los débiles y buscar la edificación del prójimo, siguiendo el ejemplo de Cristo, quien no agradó a sí mismo (Romanos 15:1-3). Pablo expresa su esperanza y oración para que los creyentes puedan vivir en armonía, glorificando a Dios con una sola voz, y detalla sus planes de ministerio y su deseo de visitar Roma en su camino a España (Romanos 15:5-24).

Capítulo 16

Romanos 16 concluye con Pablo enviando saludos a varios miembros de la iglesia en Roma, destacando la importancia de la comunidad y las relaciones personales dentro del cuerpo de Cristo (Romanos 16:1-16). Advierte a los creyentes sobre aquellos que causan divisiones y escándalos en contra de la doctrina que han aprendido, instándolos a mantenerse alejados de ellos. Finalmente, Pablo termina con una doxología, glorificando a Dios por su capacidad de establecer a los creyentes según el evangelio de Jesucristo (Romanos 16:17-27).

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