El Libro de Malaquías es el último de los libros proféticos del Antiguo Testamento. Malaquías profetiza después del exilio, cuando el templo ha sido reconstruido, pero el pueblo de Israel ha caído nuevamente en la apatía espiritual y la corrupción. A través de una serie de denuncias y advertencias, Dios llama a Israel al arrepentimiento y a la fidelidad a Su pacto, y promete la venida de un mensajero y el «Día del Señor», cuando traerá justicia.
Capítulo 1: El amor de Dios y la denuncia a los sacerdotes
Dios comienza afirmando Su amor por Israel, recordándoles que los ha escogido sobre Esaú (Edom). Sin embargo, el pueblo y los sacerdotes han deshonrado ese amor con sus acciones. Los sacerdotes, en lugar de honrar a Dios, han ofrecido sacrificios deficientes: animales ciegos, cojos y enfermos. Dios los reprende por no respetar Su nombre y advierte que preferiría que el templo cerrara antes que recibir ofrendas indignas. El capítulo subraya la falta de reverencia y compromiso de los líderes religiosos.
Capítulo 2: La corrupción de los sacerdotes y la traición del pacto matrimonial
Malaquías continúa denunciando a los sacerdotes por no enseñar correctamente al pueblo y por ser una causa de tropiezo en su relación con Dios. Ellos han violado el pacto de Leví, que era un pacto de vida y paz, y han mostrado favoritismo en su enseñanza. Además, Dios reprende a Israel por ser infiel en el matrimonio, una traición al pacto que refleja la infidelidad espiritual. Dios condena el divorcio injusto y llama al pueblo a ser fiel a sus votos matrimoniales y a Su pacto.
Capítulo 3: La promesa del mensajero y el juicio venidero
Dios promete enviar un mensajero para preparar el camino antes del «Día del Señor». Este mensajero purificará a los sacerdotes y al pueblo, como el fuego purifica el metal. Malaquías también advierte que cuando el Señor venga, será un tiempo de juicio para los malvados: hechiceros, adúlteros, opresores, y aquellos que no temen a Dios. Luego, Dios exhorta al pueblo a volver a Él, y una manera específica en que pueden hacerlo es siendo fieles en los diezmos y ofrendas. Dios promete bendecir abundantemente a aquellos que le traen el diezmo y que confían en Su provisión.
Capítulo 4: El «Día del Señor» y la venida de Elías
Este último capítulo habla del «Día del Señor», un día de juicio y salvación. Los malvados serán destruidos como paja consumida por el fuego, pero aquellos que temen el nombre del Señor experimentarán sanidad y justicia. Dios promete enviar al profeta Elías antes de que llegue este día, para que vuelva el corazón de los padres hacia los hijos y de los hijos hacia los padres. Este capítulo termina con una advertencia y una esperanza: el juicio es seguro para los malvados, pero hay restauración para aquellos que se arrepienten y confían en Dios.
