La conversión de Pablo es uno de los eventos más importantes en el libro de los Hechos, allí se evidencia la gracia de Dios para con un vil pecador y nos hace preguntarnos ¿Hay alguien que no pueda salvarse? Realmente, lo que demuestra esta explicación de Hechos 19:1-19, es que es Dios quien salva, para Él no hay nada imposible.

En esta ocasión vamos a ver a profundidad este pasaje de la Biblia, con algunas implicaciones prácticas y conclusiones relevantes para nuestro tiempo. Así que acompáñanos, versículo a versículo, a adentrarnos en los tesoros de la Biblia en la historia de la conversión del Apóstol Pablo.

Contexto de Hechos 9:1-19 explicado

El contexto de Hechos 9 está dentro de la muerte de Esteban (cap. 7), la persecución de Pablo a la Iglesia (8:1-3) y la predicación de Felipe al etíope y a los Samaritanos (8: 4-40), desde el capítulo 1 Dios ha estado obrando en la Iglesia, mando a su Espíritu Santo para que predicaran con poder, hubo una gran conversión y luego se repitió.

El Evangelio avanzaba con poder, pero como vemos la historia no termina allí, sino que empiezan a surgir las primeras persecuciones, las cuales van en aumento hasta la muerte misma de Esteban. En ese momento ya el cristianismo es conocido, por parte de los judíos es una amenaza para su religión y para los romanos es una nueva religión que ha surgido del judaísmo.

Es raro ver la narración de Felipe entre las persecuciones y la conversión de Pablo, creo que la idea es que, aunque haya persecuciones, el Evangelio avanza en diferentes localidades llevando a cabo la gran comisión. Y como ejemplo de este Evangelio que avanza entre los gentiles para la conversión de ellos, y la alabanza del nombre de Cristo, es la misma conversión del principal perseguidor de la Iglesia, un instrumento necesario para llevar a cabo esta tarea. En este contexto se sitúa nuestro pasaje, por lo menos en su antecedente.

Lo que sigue a Hechos 9 es la preparación de Pablo para ministerio, y finalmente su predicación en todo lugar. Siendo ordenado por Dios, la inclusión de los gentiles revelada directamente a Pedro, y la continuidad de esta gran comisión por medio del Apóstol Pablo. Ya a partir del capítulo 13 se resuelve la problemática de los Gentiles, y solamente se da continuidad en los hechos que implican el gobierno de Cristo en la gran comisión.

Estructura de Hechos 9:1-19

Para entenderlo mejor es necesario dividirlo en distintas secciones:

1. Primera escena (vv. 1-2): Orgulloso y Peligroso.
2. Segunda escena (vv. 3-9): Afligido e Indefenso.
3. Tercera escena (vv. 10-19a): Restaurado y Transformado.

Vemos como el Señor Jesús mismo irrumpe en la historia, puesto que no lo veíamos hablar directamente desde la ascensión. Pero ahora irrumpe en la historia para rescatar al más grande pecador.

Hechos 9:1-2 explicación de la condición de Saulo de Tarso

En este momento el nombre de Saulo ya había aparecido en el Hechos 8:1-3, por lo cual se tiene un antecedente (ver también 7:58 para la primera vez que se menciona a Saulo), lo que nos dice las Escrituras es que Saulo fue quien recibió las ropas de los que apedrearon al mártir Esteban (cp. Deu. 17:7; Hch. 22:20). Más adelante se nos dice que el consentía en su muerte, es decir, estaba de acuerdo en apedrear a Esteban.

Luego en el capítulo 8 (v. 3) el Apóstol Pablo se unió a la gran persecución que había en Jerusalén en aquel entonces (v. 1) de tal forma que el mismo entraba a la casa de los discípulos los arrastraba, siendo hombres o mujeres, y los llevaba a la cárcel.

Asolaba a la Iglesia de Dios

El mismo Saulo, más adelante hablaría de esto y diría como perseguía a la iglesia con violencia y procuraba su destrucción (Gal. 1:13).  Saulo era un hombre profundamente celoso de la Ley, de tal forma que aventajaba a sus contemporáneos por mucho (Fil. 3:4-6), hasta tal punto que se consideraba un hombre irreprensible en cuanto a la justicia que es por la Ley, un fiel cumplidor de los preceptos de Moisés según la interpretación de los escribas y fariseos, siendo el mismo un fariseo de fariseos.

Dice W. Barclay, sobre el término “asolar” (8:3 – RV60):

La palabra que se usa en el original denota una crueldad brutal. Se usa acerca de un jabalí salvaje que destroza una viña, y de una fiera que descuartiza un cuerpo. El contraste entre el hombre que estaba asolando la Iglesia en este capítulo y el que en el siguiente se rindió a Cristo es intensamente dramático.

Respirando amenazas de muerte

El término respirando amenazas de muerte es interpretado por la NTV como profiriendo palabras de odio a cada instante, la interpretación no es segura y pareciera indicar una clase de modismo. Lo más simple es que quiera decir con esto que Pablo aún tenía agresividad a flor de piel, hasta tal punto que se le mostraba incluso en la respiración (ver Sal. 27:12). Debemos recordar que el relato es de Lucas, el fiel compañero y amigo del Apóstol Pablo, no tendría que haber duda de que muchos de estos datos personales fueron otorgados por el mismo.

Pero lo que respiraba no era simples amenazas sino amenazas de muerte en contra de los discípulos, lo más probable es que esto implique una actividad tanto externa como interna, Saulo estaba poseído por en ferviente deseo de destruir el cristianismo, igualmente en sus hechos lo demostraba.

Él estaba furioso y amenazaba a los discípulos a arrepentirse, es bastante probable que los llamara al arrepentimiento a través de amenazas muy serias. Especialmente cuando entendemos que los discípulos de aquel entonces eran principalmente judíos de nacimiento y algunos prosélitos que ahora profesaban la fe en Jesucristo.

Solicitud de cartas de persecución

Teniendo este estado de ánimo fue a ver al sumo sacerdote, para que le diera cartas dirigidas a las sinagogas de Damasco para solicitar la ayuda a las congregaciones judías que estuvieran allí para perseguir a los cristianos. El celo de Saulo por destruir la iglesia iba más allá de su estadía en Jerusalén. Él deseaba ir más allá para poder perseguir a los discípulos que estuvieran en otras localidades.

Las sinagogas estaban presididas y gobernadas por los sacerdotes y sumo sacerdotes, al estar en Jerusalén le daba la oportunidad de apelar a la autoridad mayor. Al tener carta de parte del sacerdote le daba autoridad para que los judíos se unieran a él y apresarlos (22:5; 26:12). En aquel tiempo el sumo sacerdote era Caifás, el yerno de Anás, aunque quien lo ejercía era Anás, por eso más adelante se habla de sumos sacerdotes en plural. (v. 14).

En Damasco los judíos tenían cierto grado de influencia, e incluso tenían su propio barrio, en épocas posteriores en el tiempo de la guerra de los judíos murieron no menos de 10.000 judíos. En esos tiempos caminar desde Jerusalén hasta Damasco eran de 5 a 6 días, puesto que eran unos 280 kilómetros de distancia (en cuestión de tiempo sería lo que tarda un venezolano desde Venezuela a Perú, pero menos costoso y más difícil).

La finalidad de esto era hacer lo mismo que ya estaba haciendo, solamente que en este caso traería tanto a hombres como a mujeres para llevarlos encadenados a Jerusalén.  Lucas describe aquí a los seguidores de Cristo, a los cristianos, como pertenecientes al camino (cp. 1:12; 2:28; 8:39; 13:10), lo cual muestra la forma de vida que caracterizaba a los seguidores de Jesucristo. En aquellos tiempos había numerosos cristianos en Damasco, y aun se mantenían en relación con los judíos.  En estos versículos vemos que Saulo estaba dedicado completamente a perseguir a la Iglesia del Señor, no tan solamente a encarcelarlos y privarlos de la libertad, sino también a tratarlos con violencia e incluso a consentir en sus muertes.

Explicación de Hechos 9:3-4: el encuentro asombroso

Tal vez en el quinto o cuarto día de viaje, puesto que estaba muy cerca de Damasco, Saulo experimento algo que cambiaría totalmente su vida. El mismo Apóstol dice que la hora era cerca del mediodía (22:6), la palabra usada aquí significa resplandecer alrededor, lo que implica que lo rodeo totalmente una luz. Lo más probable es que esta luz lo fuera cegado totalmente, y haya hecho del alguien incapaz de ver algo, muy probable una ceguera blanca que más tarde se volvería negra. Esta luz es descrita como muy brillante (22:6), como también más brillante que el sol (26:13), esta sin duda era una manifestación de Cristo mismo para con Saulo.

El impacto de esta luz hizo que Saulo cayera a tierra, y al caer en tierra una voz que lo llamaba, y le dijo ‘Saulo, Saulo, ¿Por qué me persigues?’, en esta declaración hay cosas interesantes, la repetición del nombre de Saulo ¿Qué significaba? En algunas ocasiones significaba una expresión de misericordia y cercanía como en el caso de Jesús con Marta (Luc. 10:38-42). No obstante, lo más importante es la pregunta que el Señor le hace a Saulo ¿Por qué me persigues? Lo que Saulo estaba haciendo, lo que hacía en ese momento y lo que haría hasta entonces era perseguir a la iglesia (uso de la palabra en Hch. 7:52; 22:4; 26:11; Ro. 12:14).

Pero el Señor hablándole con misericordia, le pregunto porque le perseguía, aquí es posible que exista la razón por la cual Pablo refiere a la iglesia el cuerpo de Cristo, puesto que de tal forma Jesús se identifica con su iglesia que perseguirla es perseguirle a Él (Mt. 10:40; 25:40, 45; Ef. 5:30). Él sabía que una voz divina le estaba hablando, lo que había dicho Gamaliel, su maestro, había sido cierto, lo más prudente habría sido esperar a no ser que estuvieran luchando contra Dios, y en efecto, Saulo estaba persiguiendo al Señor Jesucristo.

Explicación de Hechos 9:5-6

La pregunta de Saulo ¿Quién eres Señor? Es mejor entenderla como un reconocimiento de la deidad de Cristo, pero a su vez, también es un reconocimiento de que estaba confundido y deseaba cambiar.

El resplandor de la gloria de Dios cambia espiritualmente a las personas. A lo cual Jesús respondió dando su nombre, y este es un hecho importante: Cristo mismo estaba siendo reconocido aquí, ya Saulo había escuchado sobre Jesús, pero lo veía como cualquier otro hombre, es más, como un hereje, mas ahora le habla en su plena deidad una luz cegadora, y una voz proveniente del cielo. A este nombre añade, el que tú persigues, lo que indica un énfasis en el carácter perseguidor de Saulo y que ahora Dios trata de cambiar.

Posteriormente lo que sucede luego es que el Señor le da indicaciones sobre lo que debe hacer, él estaba tirado en el suelo y le dijo que se levantará, entrara en la ciudad y allí se le diría que tendría que hacer. Antes hacía lo que mejor le pareciera, perseguir cristianos por la causa del judaísmo, y todo esto a pesar del consejo de Gamaliel, más ahora no es su voluntad la que reina sino la voluntad de Cristo.

Es importante notar el contraste entre los pasajes y versículos anteriores con esta escena, anteriormente Saulo estaba erguido orgullo respirando constantes amenazas de muerte a los cristianos, luchando contra Dios y contra su iglesia, pero ahora está tirado en el suelo haciendo preguntas sobre la voz de Dios que le habla directamente.

Explicación de Hechos 9:7-9 el testimonio de los demás y el impacto en Pablo

En estos versículos vemos como el impacto de aquella luz, no solamente recayó sobre Saulo de Tarso, sino también sobre sus compañeros, dando a entender así que sobre este evento Pablo no es un testigo solitario.

El testimonio de los oyentes

Por otros relatos dados por el mismo Pablo más tarde, sabemos que las personas que venían con Pablo vieron la luz y escucharon la voz, pero no entendieron lo que les decía. Es probable porque Jesús le estaba hablando directamente en arameo, pero también es probable que simplemente no se les haya concedido comprender la voz, puesto que la conversación era directa con Pablo (Hch. 22:9).

Pero sea como sea, lo que vieron y lograron comprender, los dejos atónitos totalmente. Quedaron sorprendidos por lo ocurrido, y sin duda sería una forma de testigos para lo ocurrido, aunque estarían algo confusos. Ellos oyeron la voz, pero no veían a nadie, por lo cual se habrían quedado atónitos por lo mismo ¿De dónde viene esta voz? Sin duda sería un misterio para ellos.

Las directrices para Pablo

Lo que sucedería ahora es importante, cuando Pablo se levantó, abrió sus ojos, pero estaba ciego, por lo cual no podía caminar, puesto que repentinamente había perdido la vista. Así que sus acompañantes ahora serían los guías de un ciego, ellos confusos y llenos de temor tomándolo de la mano lo llevaron a Damasco. Todos ellos iban a Damasco con otros planes, mas Dios los cambio totalmente.

Estando en Damasco no comió ni bebió por tres días ¿Cuál sería la razón?  Es posible que haya sido por su terrible angustia, y en una forma de buscar del Señor en respuesta a lo sucedido, sin duda tuvo que haber tenido una profunda búsqueda del Señor y además un sincero arrepentimiento por sus pecados (cosa que se manifestaba entre los judíos con oración, ayunos y lamentos).

Sin duda, tuvo que haber sido tres días largos, en los cuales experimentaría la muerte de su viejo hombre, y a semejanza de su Señor resucitaría en un hombre nuevo (cp. vv. 9, 11). Luego Ananías quitaría de sus ojos como una clase de escamas que se habían colocado en sus ojos (vv. 17-18).

Un gran cambio para Pablo y la iglesia

El cambio de Pablo es realmente sorprendente y uno de los más significativos en la historia de la redención. Hendriksen explica esto con palabras llenas de luz:

¡Cómo cambian las cosas! Saulo, quien planeaba lanzar a los creyentes a tierra, yace boca abajo en el camino. Pablo, quien planeaba traer un gran grupo de prisioneros de Damasco a Jerusalén, ahora es llevado como preso de la ceguera rumbo a Damasco. Pablo, quien actuaba con la autoridad del sumo sacerdote, ahora rompe sus vínculos con la jerarquía de Jerusalén. Pablo, que parecía triunfar sobre la fe cristiana, se somete ahora al Capitán de esta fe[1].

En estos tres días Pablo tendría mucho tiempo para meditar, pensar y considerar su condición de pecador, ver que estaba mal en su religión y sobre todo porque ciertamente la Iglesia era parte de Cristo y como había cometido un pecado atroz al perseguir a la Iglesia del Señor. Importante notar la forma como Dios trata con él, ¿Por qué guarda silencio por tres días? Dios concede el arrepentimiento, pero no a expensas del tiempo y los medios comunes para ello.

Explicación de Hechos 9:10-12

Aquí entramos a otra escena en la historia, había un discípulo en Damasco llamado Ananías, nombre que significa, “El Señor ha obrado con gracia” (lo cual es simbólico y referente). Lo cual es interesante puesto que este discípulo sería el instrumento de Dios para llevar la gracia a Pablo, quien a su vez sería el instrumento de Dios para llevar su gracia a las naciones ¡Alabado sea el Señor por su asombrosa salvación! (ver 22:12).

Y el Señor le llamo directamente por su nombre, y Ananías al escuchar su nombre dijo, aquí estoy Señor (NVI), o como dirían versiones más antiguas “¡Heme aquí Señor!”, aquí vemos una diferencia en la respuesta de Pablo y la de Ananías. Pablo respondió confuso, pidiendo respuestas sobre la persona de quien le hablaba, y Ananías por su lado responde con conocimiento personal del Señor y en una actitud de completa obediencia.

Ahora el Señor le da indicaciones precisas sobre lo que debe hacer, en este caso debe ir a la calle derecha a la casa de un tal Judas, allí debe preguntar por un hombre de Tarso llamado Saulo, él está orando. Todas estas indicaciones quieren transmitir un propósito, Dios no ordena cosas sin sentido y menos para estas cosas tan precisas.

Y aquí viene la información importante, “… yo le he mostrado a Saulo que tú vas a él y le impones las manos para que recobre la vista” ¡Dios no ha callado para Pablo! ¡Él le ha mostrado una visión! Aquí vemos que ya Dios tiene un propósito para con estos mandamientos, ellos se van a encontrar por la dirección de Dios sobre cada uno, y así cumplir los propósitos de Dios.

Aun mas, vemos que el hecho de que Pablo haya perdido la vista no era una simple coincidencia, tenía un propósito dentro del plan divino. Posiblemente para hacer el proceso de arrepentimiento más genuino, pero también para dar uso de Ananías y llevarle el Evangelio con más precisión. Quisiera que notemos un dato interesante: en Hechos Dios siempre se vale de medios, siempre usa personas. Incluso cuando su intervención es más directa que en otras ocasiones, como es el caso de Pablo, allí esta Dios tomando vasos frágiles para hacer resplandecer la gloria de su salvación. Igualmente, Dios quiere usarnos para la conversión de los hombres.

Explicación de Hechos 9:13-14: La respuesta de Ananías

La respuesta de Ananías demuestra que estaba bien informado sobre esta persona y que más que un amigo, Pablo representaba un peligro. Él tenía información de la actividad de Pablo en Jerusalén, e incluso tenía información de la autoridad delegada por el sumo sacerdote para perseguir a los cristianos.

Ananías un instrumento de Dios

Ananías era aún un judío respetado en su comunidad así que no le sería difícil enterarse de todas estas cosas, lo más probable es que la persecución aún no se hubiera hecho activa en Damasco.

Aquí vemos como Dios por medio de dos visiones, una para Pablo y otra para Ananías, rompe la división y separación entre los cristianos y sus enemigos, de forma que quien asolaba la Iglesia ahora la ama, le sirve, y vive para ella.

Ananías se refiere a los cristianos como aquellos que “invocan su nombre”, pero el mismo Señor le había dicho que Pablo estaba orando, y aún más, desconoce la historia cuando invoca al Señor en la visión de Damasco, pensemos “¿Acaso no encaja Saulo dentro de la definición que el mismo Ananías utiliza?”, Algunos comentaristas dicen que con aquellos que invocan su nombre se refiere a una congregación en Damasco, si es así entonces no entra dentro de la definición, pero estaría pronto a hacerlo.

¿Cómo entender la objeción de Ananías?

La objeción de Ananías debe ser vista con comprensión, ciertamente no era una tarea fácil ir a ayudar a alguien que constituye un peligro, es como si tratáramos de vendarle la pata a un león herido, o de administrar remedio a un perro con rabia ¡Humanamente hablando es una locura! Pero Pablo ya no era un peligro, era un hermano en la fe y esto era lo que Dios revelaría a continuación a Ananías.

Explicación de Hechos 9:15-16

Ahora reitera el mandamiento “ve”, y da una razón, diciendo que él es un instrumento, literalmente un vaso o utensilio de casa, pero no cualquier instrumento, sino un instrumento escogido, el cual implica la elección de Dios (Ro. 9:11; 11:5; 1 Tes. 1:4), y señala el ser sacado de entre un grupo, en este caso “elegir” o “seleccionar” bajo esta imagen del vaso doméstico.

La elección de Dios

Dios le revela a Ananías que la razón por la cual él debe obedecer es que Dios ha escogido a Saulo para ser su instrumento, y no es que él vaya a ser un instrumento, es que Él lo es ¿Cuándo paso a ser catalogado Saulo de esta manera? Desde el mismo momento en que Dios se le apareció camino a Damasco.

El propósito de esta elección es dar a conocer el nombre de Dios (Jesucristo), a los gentiles, a los reyes y a los Israelitas (22:1-21; 26:28; 25:11-12, 25; 26:32; 28:19). Pablo estaba siendo llamado para ser un heraldo del Evangelio de Jesucristo. Dios estaba confirmando este hecho para con Ananías y llevándolo así a la obediencia.

¿La necesidad de sufrimiento?

Y finalmente, dice que le mostrará cuan necesario es sufrir por el nombre de Dios (v. 16), es irónico que aquel que hacia sufrir a los cristianos sufra ahora por el nombre de Cristo. Esto pone en relieve los sufrimientos de Pablo, los cuales no eran sin sentido, sino que eran necesarios para hacer avanzar el Evangelio en la batalla contra el mundo y Satanás (Mt. 24:9; 1 Pe. 4:14; Ap. 1:9).

Estas tres cosas que Dios le dice a Ananías son básicamente un resumen de la segunda parte del libro de los hechos, puesto que está basado en la vida de Pablo, y como esto se va cumpliendo constantemente.

Explicación de Hechos 17-19

Finalmente, Ananías obedeció al Señor y fue ante pablo, y le dijo “Hermano Saulo”, fijémonos que ahora le llama hermano y no simplemente como llamaría a cualquier otra persona, se refiere a él como un creyente en Cristo. Y agrega, el Señor Jesús, el mismo que te apareció en camino a Damasco (como vemos tiene más información de la recolectada anteriormente, aquí debemos notar que el Señor le mostro aun estas cosas), me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.

El propósito es doble ahora, primero que recobre la vista y en segundo lugar para que reciba el don del Espíritu Santo y vengan para el tiempo de refrigerio (2:38).

Lo que sucedió fue que al instante cayeron de sus ojos como una clase de escamas, así recobro la vista, se levantó y fue bautizado, ingresando formalmente a la comunidad de creyentes. Aquí no nos dice que Ananías haya sido el ejecutor del bautismo en este caso, pero ese no es el punto, el punto es que este hombre se había unido a Cristo por medio del bautismo.

Luego, después de tres días sin comer ni beber, comió algo y recobro sus fuerzas. Ahora Saulo había recobrado la vista, había recibido el Espíritu Santo y el bautismo en agua.

¿Quién es Pablo ahora?

Un hombre que fue transformado por la gracia de Dios.

Conclusión de Hechos 19:1-19

La idea de que alguien es demasiado malvado para ser salvo es antigua y contemporánea, pensar que alguien que rechace el Evangelio no pueda ser transformado repentinamente por la gracia de Dios, o pensar que la religiosidad no es mala en sí misma. Todas estas cosas son atemporales, siempre han existido, pero la conversión del Apóstol Pablo, de perseguidor a Apóstol, nos muestra que estos límites no existen dentro de la mente de Dios, no hay hombre por orgulloso o duro que sea que no se humille ante la poderosa salvación de Dios.

En la historia contenida en el libro de los hechos vemos a Cristo obrando en su iglesia por medio de su Espíritu Santo, pero en este momento Jesús mismo interviene en la historia quebrantando a un orgulloso y peligroso perseguidor de la Iglesia. Este pasaje nos muestra como Dios mismo obra en por medio de su Evangelio, y como el mismo escoge a pecadores para salvarlos, e incluso, por medio de ellos, salvar a otros.

En este pasaje vemos ilustrado lo que el mismo Pablo diría más adelante a los romanos, el Evangelio es poder de Dios para salvación (Ro. 1:16), y ante este poder nadie puede resistirse. El Señor toma para sí viles pecadores para demostrar a los hombres el poder del Evangelio, para dar como testimonio el alcance de la gracia.

[1] Hendriksen, pag. 357