Habacuc 3:19
“Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar”.
Este es el último versículo del libro de Habacuc. Y termina con una nota alta en la que el profeta declara su completa confianza y seguridad en el cuidados y las promesas del Señor.
Contexto de Habacuc 3:19
Habacuc 3:19 pertenece a la oración del capítulo 3, y a la declaración de confianza que se encuentra en los versículos 17 al 19.
Este texto describe la reacción del profeta ante la calamidad que Dios trajo sobre los judíos como castigo por sus pecados. Los caldeos conquistaron el reino del sur, llevando a muchas personas cautivas y dejando mucha destrucción a su paso.
Los profetas, especialmente Jeremías, describen la dificultad con que el pueblo tomó el castigo de Dios y su negativa a someterse a la disciplina que Dios estaba llevando a cabo (Jer. 27:12-15).
Lo que entendemos del pasaje de Jeremías es que si el pueblo se sometía al rey de Babilonia y por ende, a la disciplina del Señor, muchas calamidades serían evitadas.
Sin embargo, los judíos estaban endurecidos y se resistieron al castigo de Dios. Lo que aumentó la dureza del castigo.
Mensaje de Habacuc 3:19
Habacuc 3:19 nos muestra la actitud correcta que debemos tener ante las calamidades, pero especialmente ante la disciplina del Señor.
El profeta se somete a la disposición y declara su confianza en medio de cualquier adversidad que sufra.
Dice que su fortaleza es Jehová el Señor. En Él es donde Habacuc ha hallado todas sus fuerzas para soportar cualquier cosa que Dios disponga en su vida.
Y luego dice:
“El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar” (Hab. 3:19).
Habacuc está haciendo referencia a las cabras monteses. Lo más llamativo de estos animales es su capacidad para correr, brincar y escalar las montañas más altas, sin importar qué tan empinada o vertical sea la pared montañosa. Y no corren ningún tipo de riesgo
Esto se debe principalmente a sus pezuñas las cuales son antideslizantes, por lo que no se resbalan. Además, son agudas y muy duras para adherirse muy bien a las grietas y orificios de las rocas. Además, son impermeables, por lo que no son afectadas por la humedad.
Gracias a todas estas características, la cabra montesa llegó a ser sinónimo de seguridad. Ellas escapan fácilmente a las alturas de las montañas y a lugares en los cuales los depredadores no llegan fácilmente.
Es más, durante el invierno las cabras monteses ascienden hasta los lugares más altos de las montañas donde no llega ningún depredador.
Habacuc dice que Dios le daría pies de cabra montesa y que Dios le permitiría subir a las alturas. Eso no es más que sinónimo de seguridad y de protección. Habacuc confía en que Dios le protegerá en medio de cualquier situación y aflicción.
La promesa de Dios es eterna y segura. Y por tanto, Habacuc se siente tan seguro como una cabra montesa cuando está en las alturas.
En 2 Samuel 22:33-35, David también utiliza esta figura para referirse a la seguridad y a la fortaleza que el Señor le da en medio de las dificultades y de sus enemigos.
En el Salmo 18:33 encontramos casi la misma frase que tenemos aquí. Y en este caso, David habla de la firmeza y seguridad que encuentra en el Señor.
Aplicaciones de Habacuc 3:19
Habacuc 3:19 nos enseña a poner nuestra confianza en el Señor buscando toda nuestra fortaleza en él en cualquiera que sea la situación en la cual nos encontremos.
En Efesios 6:10-20 Pablo también nos exhorta a lo mismo, y nos muestra algunas de las maneras en las cuales podemos encontrar esta fortaleza en el Señor:
- La verdad de Dios
- Una vida de justicia
- La predicación del evangelio
- La fe en las promesas de Dios
- La palabra de Dios y la oración
Pablo también enseña que con Cristo podemos soportar las pruebas que vienen tanto en las riquezas como en la pobreza, porque Cristo es quien nos fortalece (Fil. 4:12-13).
