Jacob viaja a Egipto

Genesis 46 explicación: Jacob viaja a Egipto

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Explora el capítulo 46 de Génesis con nosotros, donde seguimos los pasos de Jacob y su familia en su trascendental viaje a Egipto. Este relato bíblico no solo detalla el viaje físico, sino que profundiza en las promesas divinas y la dirección providencial de Dios hacia su pueblo elegido. A través de este artículo, profundizaremos en cómo estos eventos reflejan el cuidado continuo de Dios y su plan para la nación de Israel. Descubre con nosotros la significancia de cada paso que dio Jacob hacia Egipto, la interacción con Faraón y la estratégica ubicación de la familia en la tierra de Gosén. Te invitamos a seguir leyendo para explorar la explicación detallada de Génesis 46 y entender mejor el propósito y la promesa en la historia de Jacob y sus descendientes.

Versículos 1 al 4

En estos versículos se nota la respuesta de Jacob a estos sucesos. Pero al describirlo, Moisés habla de él como “Israel” y en efecto, el pensamiento está enmarcado en el pueblo que saldría de Canaán a habitar en Egipto. El texto nos dice que fue tal su salida, que salieron de allí con todas sus pertenencias. No obstante, al llegar a Berseba (ver Gen. 21:14, 31-33; 26:33), Jacob ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac. Fue allí donde Dios decidió comunicarse con él.

En este comunicado Dios lo llama en dos ocasiones “¡Jacob! ¡Jacob!”, esta repetición del nombre personal hace que pensemos en que viene un mensaje importante. Particularmente aquí trata tanto del trato personal y cercano de Dios con Jacob, como también de la importancia del mensaje entregado.

El mensaje primero se trata de quien es Dios, el Dios de su padre (en el versículo 1 se habla de Dios en estos términos paternales), y procede a reafirmar que no debe tener miedo de ir a Egipto, porque allí Dios los hará una gran nación (Gen. 17:4-6; 22:18), comunicando así el propósito divino para todos estos eventos. Dios cumplía así la promesa del pacto hecha a Abrahan.

Ahora bien, aquí hay un elemento pastoral que incluye tanto una declaración de propósito (entendiéndolo como un cumplimiento del pacto de Dios y de su promesa en este), pero al mismo tiempo le dice que el mismo lo acompañará, pero también dice que él estará con el de regreso. Aquí nos genera una pregunta ¿Acaso se cumplió esta promesa? Esto se hizo pero no de forma literal, sino en sus huesos, regresando a la sepultura familiar.

Hay un último detalle que tuvo que ser de vital importancia para Jacob, y es que sería José quien estaría en sus últimos momentos de la vida, cerrando sus ojos.

Versículos 5 al 7

Este texto explica “como fue que llegaron a Egipto”, pero también quienes llegaron, esto es, los descendientes totales de Israel. El texto es enfático en esto al decirnos que fueron todos sus descendientes, ninguno se quedó en Canaán, todos llegaron a Egipto en cumplimiento de la promesa para ellos.

El versículo 6 transmite la idea de cuál es el fin de esta porción, la pregunta es ¿Por qué esto es importante? La pregunta sería, ¿Qué función cumple Egipto en el relato de la redención y del propósito unido del pentateuco? Esto es importante porque quienes estuvieron allí presentes fueron los descendientes de Jacob (v. 7).

El diccionario de Simbolos dice:

Después del éxodo, Egipto pasa a ser un símbolo negativo en dos formas. Por un lado, representa la *esclavitud y la opresión. La servidumbre de Israel se menciona en numerosas ocasiones en el corpus legal como recordatorio, a fin de no olvidar esa experiencia del abuso. El pueblo de Dios no debe tratar al extranjero y al desafortunado que se encuentren entre ellos como sus capataces lo hicieron en Egipto. Israel debe ser un lugar diferente, de *refugio, gracia y preocupación social (p.ej., Ex 23.9; Lv 19.34; Dt 5.12-15; 15.12-15; 16.9-12; 24.17-22). Años más tarde, en una crítica social mordaz, Amós llamará a Egipto de forma retórica a dar testimonio de la opresión dentro de Israel: la injusticia del pueblo de Dios lo ha llevado a ser como sus antiguos opresores (Am 3.1- 2, 9-10; 8.8). En el NT, *Jerusalén se equipara figuradamente a Egipto (y Sodoma; cp. Gn 13.10) por su violencia contra el Mesías y los dos testigos (Ap 11.8).

Versículos 8 al 27

Los nombres de los hijos y de los nietos de Jacob (8–27) se leen como entradas en un registro familiar. Se menciona a todos los hijos nacidos, aunque algunos, como Er y Onán (12), murieron en Canaán. Se los agrupa no por orden de edad, sino según sus madres, primero los hijos de Lea y Zilpa, seguidos por los hijos de Raquel y su doncella Bilha. El total, incluyendo a Jacob y a José, con sus dos hijos que ya estaban en Egipto, era de setenta personas, sin contar a las nueras.

Versículos 28 al 34

Juda vino a ser el intermediario del encuentro con José, de modo que esté se fue adelante para servir de guía, pero también para encontrarse con su hermano y así vincular a José y a Jacob, encontrándose en un caluroso abrazo después de tantos años de separación. La NVI traduce como “fundirse” en un abrazo. Sin duda, fue un encuentro magnánimo, lleno de mucha emotividad.

La deducción final es que la región de Gosén se ubicaba en algún lugar entre la frontera este de Egipto y el hogar de José, probablemente cerca de la antigua capital, Menfis. Es plausible considerar que se trataba de un área en el delta del río, caracterizada por su excelente sistema de riego y suelo fértil, pero aun así distante de los principales núcleos urbanos egipcios. Lo más destacado es que se encontraba en el lugar más estratégico del país para una eventual evacuación. José, con su mirada fija en los designios divinos, calculó cada paso, consciente de un hecho ineludible: su familia, más temprano que tarde, debería regresar a la tierra prometida. Jacob, por su lado, mira este evento como una bondad tan grande que puede despedirse de esta vida sin problemas, ya que sus ojos han visto a su amado José. A diferencia de referencias anteriores, Jacob no bajará a la tumba entre lágrimas y lamentos, sino más bien entre la paz y el gozo.

Las palabras de José buscan establecer a su numerosa familia en el mejor territorio para ellos, por un lado, esto no era directamente Egipto, sino un lugar aledaño y perteneciente a este. De modo que al habitar allí contarían con la comida necesaria, pero también de la paz que necesitan en convivencia de los Egipcios. Además, podrían pastorear el rebaño y seguir cumpliendo con sus trabajos con normalidad.

La intercesión de José debía no solamente ser confirmada por él, sino también por el discurso de su familia. Podemos entender también que hay algo que Dios procura en este contexto, y es mantener la pureza del pueblo, al separarlos de los Egipcios ellos podían mantener la integridad del culto e igual de forma étnica. Esto puede entenderse cuando vemos los antecedentes de Egipto en Génesis (Gn. 12:10-14; 26:1-3).

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