El capítulo 1 del libro de Génesis nos relata cómo Dios creó el universo y todo lo que hay en él en seis días. En este artículo, vamos a analizar los versículos 14 al 25, que corresponden al cuarto y quinto día de la creación.
Génesis 1:14-25
Reina-Valera 1960
14 Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, 15 y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. 16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas. 17 Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, 18 y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. 19 Y fue la tarde y la mañana el día cuarto. 20 Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. 21 Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno. 22 Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra. 23 Y fue la tarde y la mañana el día quinto.
24 Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así. 25 E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.
Versículos 14-19: El cuarto día
En estos versículos, leemos que Dios hizo dos grandes lumbreras: el sol y la luna, para que iluminaran el día y la noche, respectivamente. También hizo las estrellas y las puso en el firmamento, que es la bóveda celeste que separa las aguas de arriba de las de abajo.
El propósito de estas lumbreras era servir de señales para marcar el tiempo, las estaciones, los días y los años. Así, Dios estableció un orden y un ritmo para la vida en la tierra. Además, estas lumbreras tenían que alumbrar sobre la tierra, para que hubiera luz y calor.
Dios vio que esto era bueno y bendijo su obra. Así terminó el cuarto día.
Versículos 20-23: El quinto día
En estos versículos, leemos que Dios creó los seres vivientes que habitan en el agua y en el aire. Hizo toda clase de peces, aves, reptiles y otros animales acuáticos y alados, según su especie. Dios los bendijo y les dijo que se multiplicaran y llenaran las aguas y el cielo.
Estos seres vivientes tenían todo lo necesario para su sustento: el agua, el pasto y los árboles que Dios había creado anteriormente. También podían guiarse por las lumbreras que Dios había puesto en el firmamento, para saber cuándo era de día y cuándo de noche, y cuándo cambiar de estación.
Dios vio que esto era bueno y se alegró de su obra. Así terminó el quinto día.
Conclusión
En estos versículos, vemos cómo Dios continúa su obra creadora, llenando el firmamento y las aguas de vida. Dios muestra su poder, su sabiduría y su bondad al crear todo con orden, belleza y armonía. Dios también muestra su amor al bendecir a sus criaturas y darles todo lo que necesitan para vivir y prosperar.
Estos versículos nos invitan a admirar la grandeza de Dios y a agradecerle por su creación. También nos recuerdan que somos responsables de cuidar y respetar la vida que Dios nos ha dado, tanto la nuestra como la de los demás seres vivientes.
