El pasaje de Génesis 11:10-32 forma un puente narrativo esencial en la Biblia, conectando la dispersión de las naciones con la historia de Abraham, el patriarca del pueblo de Israel. Este texto no solo traza la genealogía de Sem hasta Abram, sino que también establece el escenario para los eventos subsiguientes que son cruciales para entender el desarrollo del plan redentor divino.
Versículos 10 al 26
Los versículos 10-26 detallan la línea de descendencia de Sem, enfocándose en la continuidad de su linaje hasta Teraj, el padre de Abram. La mención de las edades en las que estos antepasados engendraron a sus hijos subraya la importancia de la transmisión de la promesa divina a través de las generaciones.
Versículos 27 al 32
En los versículos 27-32, la narrativa se centra en Abram y su familia. Se nos presenta a Saray, quien es descrita como estéril, un detalle que prefigura el milagro de la concepción de Isaac y la importancia de la fe en las promesas de Dios. Además, se menciona el viaje de la familia entre los cananeos, lo que anticipa la futura posesión de la tierra de Canaán por parte de los descendientes de Abram.
Un aspecto crucial de esta sección es el cambio de enfoque del libro de Génesis. Deja de lado la historia de las naciones para concentrarse en la descendencia de Sem, específicamente en Abram y su linaje. Este cambio refleja la promesa de Dios de que la descendencia de la mujer (Génesis 3:15) vendría a través de Abram, marcando el inicio de una narrativa de redención y bendición que culminará con la venida del Mesías.
Conclusión
Génesis 11:10-32 es más que una simple genealogía; es una declaración teológica que subraya la fidelidad de Dios a sus promesas. A través de la descendencia de Sem, se prepara el camino para la llegada de Abraham y, en última instancia, para el Salvador prometido. Este pasaje nos invita a reflexionar sobre la soberanía de Dios en la historia y su plan inmutable de salvación para la humanidad.
