Filipenses 3:21 es un versículo bíblico que habla de la esperanza cristiana de la resurrección y la transformación de nuestros cuerpos mortales en cuerpos gloriosos. El apóstol Pablo, autor de esta carta, expresa su anhelo de conocer a Cristo y participar de su sufrimiento, muerte y resurrección.
Pablo también anima a los creyentes de Filipos a seguir su ejemplo de fidelidad y perseverancia en medio de las dificultades y los enemigos de la cruz. En este artículo, vamos a analizar el contexto histórico y literario de Filipenses 3:21, así como su significado teológico y práctico para la vida cristiana. También vamos a ver cómo este versículo se relaciona con otras partes de la Escritura que hablan de la misma temática.
Nuestro objetivo es comprender mejor la esperanza que tenemos en Cristo y cómo esta esperanza nos motiva a vivir para su gloria.
Versículo 21
Pablo se adentra aún más en la esperanza cristiana, no solamente anhelamos recibir a nuestro Señor de las nubes, sino que también él transformará nuestro miserable cuerpo carnal, ese pecado atado al pecado y la tentación, este cuerpo de muerte (cp. Ro. 7:7-25).
La expresión muerte miserable, en comparación a la transformación en semejanza a su cuerpo glorioso (1 Co. 15). La esperanza del cristiano es que en la resurrección de los muertos nuestros cuerpos serán transformados (1 Jn. 3:2).
La expresión cuerpo miserable, la cual la NTV traduce como débil cuerpo mortal, se puede referir tanto al cuerpo en condición de pecado como el cuerpo en condición de debilidad, atado a la muerte e inclinado al mal.
Las ideas contenidas en la transformación del cuerpo en la resurrección manifiestan esto, puesto que Pablo lo expresa así en Corintios, donde habla de que el cuerpo será librado de lo corruptible como de lo mortal (1 Co 15:42-44, 48-50, 53-54; 2 Co. 5:2-4). Este anhelo ¿Lo vemos en otro momento? Sí, en efecto, en 2 Corintios 5:2 Pablo dice que anhelamos ser revestidos de nuestra morada celestial.
Pablo aquí dice que esto ocurrirá por medio del poder con las cuales él somete todas las cosas así mismo, la NTV lo traduce en futuro, puesto que parece que este texto tiene una connotación escatológica. Sea como sea, el poder usado para la resurrección y transformación de los cuerpos miserables es el mismo poder con el cual Jesús somete/someterá todas las cosas bajo sus pies (cp. Ef. 1:19-20; 1 Co. 15:53-56).
