Explicación de Filipenses 2:13

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Filipenses 2:13 es uno de los versículos más profundos y desafiantes de la Biblia. En él, el apóstol Pablo afirma que Dios es el que obra en nosotros tanto el querer como el hacer, conforme a su buena voluntad. ¿Qué significa esto? ¿Cómo podemos entender y aplicar esta verdad a nuestra vida cristiana?

En este artículo, vamos a explorar el contexto, el significado y la implicación de Filipenses 2:13. Veremos cómo este versículo nos muestra la soberanía de Dios, la responsabilidad humana y la cooperación entre ambos. También veremos cómo este versículo nos anima a vivir una vida de humildad, obediencia y confianza en Dios, que es el que nos capacita para hacer su voluntad.

Versículo 13

Aquí Pablo indica la razón de este cometido (ver la explicación de Filipenses 2:12), por la cual deberían ocuparse de su salvación con temor y temblor, ya que es Dios quien produce el querer como el hacer por su buena voluntad. Lo primero que dice este pasaje es que es Dios quien produce, lo cual es una palabra que habla de ejecutar, de efectuar o generar algo (ver Gal. 2:8; 2 Co. 4:12; 1 Co. 12:6; Mr. 6:14), en este sentido la NTV traduce como “Dios trabaja en ustedes…” de forma genérica, se puede decir que su significado es “trabajar en…” de manera que produce frutos.

El querer, la palabra significa querer o desear, implica que Dios efectúa en nosotros afectos santos para que se cumpla su voluntad (Sal. 141:4; Pr. 21:1; Ef. 2:4-5). De este modo, Pablo afirma que Dios obra en el corazón de los hombres, para dirigirlos a hacer su voluntad.

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El hacer, esta misma palabra la hemos visto anteriormente en el sentido del trabajo de Dios en la vida del creyente, Dios es quien obra en el cristiano. De esta manera podríamos decir que la facultad de Dios en este sentido vale para generar la facultad del creyente de hacer su voluntad.

La buena voluntad de Dios, este es el centro del trabajo de Dios en este texto. Esto es, que Dios sea glorificado, el fin de Dios producir esta voluntad y deseo es que su voluntad se cumpla en nuestras vidas.

Es por esta razón por la visión del Dios soberano, quien produce en nosotros un sentir y actuar santos, que debemos ocuparnos de nuestra salvación con temor y temblor. El apóstol ya indicado que reconoce la obra perpetua de Dios en la vida de los Filipenses (1:3-4), en este sentido es como si Pablo estuviera indicando que Dios seguirá su obra en ellos, que Dios está dedicado a la salvación de los creyentes y, por tanto, nosotros también deberíamos dedicarnos a ello con temor y temblor.

¿Qué relación existe entre el verso 12 y 13? La relación existe entre el obrar de Dios y la condición responsable de todo creyente de conducirse de una manera santa ante el Dios que obra en su vida.

¿Qué relación existe entre el ocuparse de la salvación y el acto soberano de Dios sobre la vida del creyente? La soberanía de Dios es enfocada a la santificación del creyente, el obrar de Dios tanto interna (sentir) como externamente (obrar) es indicada como la razón por la cual el creyente debe ocuparse de su salvación con temor y temblor, este temor y temblor indica el grado con el cual debe conducirse su vida ante la presencia de Dios. Ahora bien, esta presencia de Dios en su vida es efectuada o evidenciada por el hecho de que Dios está obrando en nosotros el querer como el hacer por su buena voluntad.

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