¿Qué es lo que hace que un cristiano se sienta unido a otro cristiano, incluso cuando están separados por la distancia, las circunstancias o la persecución? ¿Qué es lo que motiva a un cristiano a servir a Dios con gozo, aun en medio de las dificultades y los sufrimientos? ¿Qué es lo que sostiene a un cristiano en su fe, cuando se enfrenta a la oposición y a la tentación? La respuesta a estas preguntas se encuentra en el versículo bíblico de Filipenses 1:7, que dice:

“…como me es justo sentir esto de todos vosotros, por cuanto os tengo en el corazón; y en mis prisiones, y en la defensa y confirmación del evangelio, todos vosotros sois participantes conmigo de la gracia.”

Este versículo forma parte de la carta que el apóstol Pablo escribió a los cristianos de la ciudad de Filipos, con quienes tenía una relación muy especial y afectuosa.

Versículo 7

La NVI traduce pensar, aunque puede ser posible en vista de la forma como es el uso común de la Palabra, pero el contenido de los versículos anteriores refiere más a sentimientos que a pensamientos, aunque ambos no se encuentren separados. Ahora, si optamos por pensamientos, es cierto, puesto que lo más reciente fue una consideración a la perseverancia de Dios en cuanto a la obra de santificación.

Es justo, es decir, es razonable, lógico y correcto pensar de ellos de esta manera, puesto que él los tiene en el corazón (Fil. 4:7; 1 Tes. 2:17) lugar donde radican los sentimientos, los afectos de Pablo para ellos son genuinos y puros. Esta es la razón de sus pensamientos a ellos.

Ya que, aunque el apóstol se encontrara sea en las prisiones (como era su caso actual), sea que esté defendiendo el Evangelio o sea que lo esté confirmando, ellos han participado de la gracia con él. Esta era una realidad tanto en la proclamación, defensa y participación en el ministerio del Apóstol Pablo, ellos habían entrado profundamente en su corazón a causa de las ayudas y las participaciones en su ministerio. Ellos habían corrido una milla más conjuntamente con el Apóstol.

Lo que me hace pensar, ¿Estamos dando participación a la Iglesia en nuestros ministerios? ¿O es que damos tal estructura burocrática que desmotiva a la compañía ministerial? ¿Por qué nuestros miembros no son participantes activos en la defensa, y la confirmación del Evangelio?

El término participantes aparece un total de tres veces en la Escritura (Ro. 11:17; 1 Co. 9:23; Fil. 1:7 en algunos manuscritos Ap. 1:9), y refiere a compañía y participación en algo. Aquí significa que ellos fueron compañeros en la gracia, y habla de forma explícita del ministerio de la gracia, que era el ministerio del Apóstol Pablo. Aquí se ve la gratitud implícita al Filipense, puesto que ellos participaron en las ofrendas para Jerusalén como para la ofrenda actual estando en la cárcel.

Puedes ahondar más en este y otros temas visitando nuestra explicación del libro de Filipenses.