Estimado lector, en este artículo vamos a explorar el significado y la aplicación de Filipenses 1:20, un versículo que expresa el anhelo y la esperanza del apóstol Pablo de glorificar a Cristo con su vida o con su muerte. ¿Qué nos enseña este versículo sobre la actitud que debemos tener como cristianos frente a las circunstancias difíciles? ¿Cómo podemos vivir de tal manera que Cristo sea exaltado en nuestro cuerpo?
Para responder a estas preguntas, vamos a analizar el contexto histórico y literario de Filipenses 1:20, así como las palabras clave que usa Pablo para expresar su mensaje. También vamos a ver algunos ejemplos prácticos de cómo podemos aplicar este versículo a nuestra vida cotidiana. Esperamos que este artículo sea de bendición para usted y que le ayude a crecer en su conocimiento y amor por Cristo.
Versículo 20
Ahora Pablo tiene una esperanza o expectación, segura y firme. Y la cual no se trata de que su vida pueda hallar la libertad o que será condenado a muerte, su seguridad es la gloria de Cristo, sea cual sea la situación. Ahora el habla de dos cosas, primero de expectación (aquí y en Ro. 8:19) que es traducida como en la NVI como “ardiente anhelo” y “plena seguridad” según la NTV, significaba una espera intensa o mirar con intensidad. La palabra hace referencia a la intensidad con la que se aguarda algo que va a ocurrir sin lugar a dudas[1].
La segunda palabra es esperanza, la cual es mucho más frecuente, aparece un total de 48 veces en el NT especialmente en Romanos. Y significa una espera a su favor, que dará como resultado algo bueno. Tanto en esta palabra como en la anterior, Pablo espera no necesariamente su liberación, sino que Cristo sea glorificado en su persona.
Tenía un aspecto negativo, es decir, que no sea avergonzado, esto implica no ser puesto en vergüenza o en ridículo. No queda claro si Pablo refiere esto con relación a Cristo, o al juicio y pena de muerte sobre él. Ahora, por el contrario, Cristo será magnificado y glorificado, el término usado aquí es de sumo interés para toda la carta como también para nuestra teología cristiana.
Aunque el término se usa pocas veces, refiere a “engrandecer” (Mt. 23:5; Lc. 1:46; 58; Hch. 5:13; 10:46; 19:17; 2 Co. 10:15) y se usa en relación con Dios para engrandecerle ¿Qué significa esto entonces? Magnificar, engrandecer o exaltar son palabras que refieren a esto. Se nos dice que María dijo a su alma que exaltara a Dios, como también fue la reacción de los cristianos, como también se habla en este caso de poner el nombre de Dios en alto que su persona sea reconocida.
Lo que pablo estaba manifestando con esto es que su vida sea por muerte o por continuar en vida, exaltaría a Dios, esta es su ardiente espera y su gran esperanza, que su vida sea una pieza que agigante su persona ante los ojos de los hombres ¡Vivir para la gloria de Dios! Por eso puede afirmar que desea, anhela y espera que por medio de su cuerpo Dios sea glorificado.
[1] Comentarios con aplicaciones, Thielsman, pag. 87
