Filipenses 1:19 es un versículo bíblico que expresa la confianza del apóstol Pablo en que Dios lo librará de sus sufrimientos y le dará la victoria sobre sus enemigos. Pablo estaba preso en Roma, acusado falsamente de sedición y blasfemia, y esperaba su juicio ante el emperador Nerón. Sin embargo, él no se desanimaba ni se quejaba, sino que se mantenía firme en su fe y en su misión de predicar el evangelio.
En este artículo, vamos a analizar el significado y la aplicación de este versículo, que nos muestra cómo podemos tener una actitud de esperanza y gozo en medio de las pruebas y las dificultades. Veremos cómo la oración y el Espíritu Santo son recursos poderosos que Dios nos ha dado para fortalecernos y consolarnos. También veremos cómo el propósito de Pablo era glorificar a Cristo con su vida, ya sea que viviera o muriera, y cómo podemos imitar su ejemplo de entrega y devoción.
Versículo 19
¿Qué conexión existe entre el versículo 18 y 19? Las oraciones de los hermanos traían su liberación, ese es el último tema tocado en el 18 y que continúa en el verso 19. Y desarrolla en los versículos posteriores varios temas en relación con la vida y la muerte, y el progreso del Evangelio.
Lo que Pablo argumenta es que él concibe que va a ser libre por medio de las oraciones de sus hermanos en primer lugar y en segundo lugar por la ayuda del Espíritu Santo. Esto demuestra la confianza y la importancia que le daba pablo a las oraciones de sus amados Filipenses (como detallamos más en nuestra explicación del libro de Filipenses), y como creía que verdaderamente Dios escuchaba y respondería la oración de sus hermanos en este asunto.
Pero también afirma que será por medio del Espíritu Santo ¿Qué quiere decir con esto? Ciertamente, él consideraba que el Espíritu que acompañaba su ministerio también obraría para que su determinación fuese ser libre y seguir predicando el Evangelio, y de hecho regresar a Filipos para confirmar el Evangelio para con los hermanos.
El teologo William Hendriksen une este versículo con el verbo anterior de regocijarse a causa de que sus oraciones darían en efecto su liberación.
