El libro de Ester es una fascinante narración que se encuentra en el Antiguo Testamento de la Biblia. Este libro nos lleva a un viaje a través del tiempo hasta el antiguo reino persa durante el reinado del rey Asuero, también conocido como Jerjes. La historia se centra en dos personajes principales: Ester, una hermosa judía que se convierte en reina, y su primo Mardoqueo, que desempeña un papel crucial en la salvación de su pueblo.

La trama se desarrolla en un mundo lleno de intrigas palaciegas, festividades reales, tramas de asesinato y un plan para el genocidio de los judíos. A través de todo esto, Ester y Mardoqueo demuestran un valor y una fe extraordinarios para superar las adversidades y eventualmente triunfar sobre sus enemigos.

En este resumen, exploraremos cada capítulo del libro de Ester, desglosando los eventos clave y analizando su significado. Acompáñanos en este viaje a través de una de las historias más cautivadoras de la Biblia.

Capítulo 1

El capítulo 1 del libro de Ester se desarrolla en el reino del rey Asuero, también conocido como Jerjes, que gobernaba desde la India hasta Etiopía sobre ciento veintisiete provincias. En el tercer año de su reinado, Asuero organizó un gran banquete para mostrar su riqueza y poder. Este banquete duró muchos días, específicamente ciento ochenta días, y al finalizar, el rey ofreció otro banquete por siete días para todo el pueblo que estaba en Susa, la capital del reino.

Durante la celebración, el rey ordenó a la reina Vasti que se presentara ante los invitados para mostrar su belleza. Sin embargo, la reina Vasti se negó a obedecer la orden del rey. Esta acción de desobediencia de la reina Vasti provocó la ira del rey y resultó en su destitución. Este evento sentó las bases para la introducción de Ester en la historia, quien eventualmente se convertiría en la nueva reina.

Capítulo 2

El capítulo 2 del libro de Ester comienza con el rey Asuero recordando a la reina Vasti y lo que ella había hecho. Para encontrar una nueva reina, el rey ordenó que se buscaran jóvenes vírgenes de buen parecer en todas las provincias de su reino. Estas jóvenes fueron llevadas a Susa, la residencia real, y puestas bajo el cuidado de Hegai, el eunuco del rey. La idea era que la doncella que agradara más al rey se convertiría en la nueva reina.

Entre las jóvenes seleccionadas estaba Ester, una hermosa niña judía, que fue criada por su primo Mardoqueo después de que sus padres murieron. Ester encontró favor a los ojos de todos los que la veían, especialmente del rey. Durante este tiempo, Ester no reveló su origen judío, ya que Mardoqueo le había aconsejado que no lo hiciera. Al final del capítulo, Ester es elegida como la nueva reina en lugar de Vasti.

Capítulo 3

El capítulo 3 del libro de Ester introduce a Amán, un alto funcionario del reino que busca exterminar a todos los judíos. Después de que el rey Asuero engrandeció a Amán, todos los siervos del rey que estaban a la puerta del rey se inclinaban y se postraban ante Amán, ya que así lo había ordenado el rey. Sin embargo, Mardoqueo, primo de Ester, se negó a inclinarse o rendir homenaje a Amán. Esto provocó la ira de Amán.

Amán, lleno de ira, no sólo buscó venganza contra Mardoqueo, sino que también planeó destruir a todos los judíos en el reino de Asuero. Convenció al rey Asuero para emitir un decreto que autorizaba la masacre de los judíos en un día determinado. Amán ofreció diez mil talentos de plata a los que manejan la hacienda, para que sean traídos a los tesoros del rey. El rey Asuero, sin saber el verdadero plan de Amán, accedió a su propuesta.

Capítulo 4

El capítulo 4 del libro de Ester comienza con Mardoqueo enterándose del decreto de Amán. Mardoqueo, vestido de cilicio y ceniza, recorre la ciudad clamando con grande y amargo clamor. Este lamento se extiende a todos los judíos en todas las provincias del rey, quienes expresan su dolor a través del gran luto, ayuno, lloro y lamentación. Ester, al enterarse de la situación de Mardoqueo, siente un gran dolor y envía vestidos para que Mardoqueo se los ponga, pero él no los acepta.

Ester, desconociendo la razón de la angustia de Mardoqueo, envía a Hatac, uno de los eunucos del rey, para averiguar qué sucede. Mardoqueo le explica a Hatac todo lo que ha sucedido y le muestra la copia del decreto que había sido dado en Susa para que los judíos fuesen destruidos. Mardoqueo encarga a Ester que vaya ante el rey a suplicarle e interceder por su pueblo. Ester, consciente del peligro que supone presentarse ante el rey sin ser llamada, responde que cualquier hombre o mujer que entra en el patio interior para ver al rey, sin ser llamado, tiene una sola ley: morir; a menos que el rey extienda el cetro de oro.

Capítulo 5

El capítulo 5 del libro de Ester comienza con Ester preparándose para presentarse ante el rey Asuero. Ester se viste con su vestido real y entra en el patio interior de la casa del rey. Cuando el rey ve a Ester, ella obtiene gracia ante sus ojos y él le extiende su cetro de oro. Ester, mostrando gran valentía, invita al rey y a Amán a un banquete que ha preparado.

Durante el banquete, el rey le pregunta a Ester cuál es su petición, prometiendo otorgarle hasta la mitad de su reino. Sin embargo, Ester no revela su petición de inmediato. En cambio, invita al rey y a Amán a otro banquete que tendrá lugar al día siguiente. Ester muestra una gran madurez y sensibilidad a las circunstancias siempre variables, respetando el protocolo del palacio y manejando la situación con coraje y determinación.

Capítulo 6

El capítulo 6 del libro de Ester comienza con el rey Asuero sufriendo de insomnio. Para pasar la noche, el rey pide que le traigan el libro de las memorias y crónicas para que se las lean. Durante la lectura, el rey descubre que Mardoqueo había denunciado un complot de Bigtán y de Teres, dos eunucos del rey, que habían planeado matarlo. El rey pregunta qué honor o distinción se había concedido a Mardoqueo por esto, y sus oficiales responden que nada se había hecho en su favor.

En ese momento, Amán llega al patio exterior de la casa real, con la intención de pedirle al rey que ordene colgar a Mardoqueo en la horca que él le tenía preparada. Sin embargo, antes de que Amán pueda hacer su petición, el rey le pregunta a Amán qué debe hacerse al hombre a quien el rey quiere honrar. Amán, pensando que el rey se refiere a él, sugiere un gran honor. Para su sorpresa, el rey ordena a Amán que haga todo lo que ha sugerido para honrar a Mardoqueo. Después de esto, Amán se va a su casa, apesadumbrado y con la cabeza cubierta.

Capítulo 7

El capítulo 7 del libro de Ester se desarrolla durante el segundo banquete que Ester había organizado para el rey Asuero y Amán. Durante este banquete, Ester finalmente revela su petición al rey. Ella pide que se le conceda su vida y la de su pueblo, ya que han sido vendidos para ser exterminados. Ester muestra gran tacto y sabiduría en la forma en que presenta su petición, apelando de una manera personal y sin revelar de inmediato que ella es judía.

Cuando el rey pregunta quién ha planeado tal atrocidad, Ester revela que el enemigo es Amán. Esta revelación sorprende a todos, especialmente a Amán, quien queda aterrorizado. El rey, furioso, se retira al jardín del palacio. Cuando regresa, encuentra a Amán suplicando por su vida a Ester. En un giro irónico, Amán es condenado a morir en la misma horca que había preparado para Mardoqueo.

Capítulo 8

El capítulo 8 del libro de Ester comienza con el rey Asuero otorgando a Ester la casa de Amán, el enemigo de los judíos. Mardoqueo es presentado ante el rey, y Ester revela su relación con él. El rey le quita el anillo a Amán y se lo da a Mardoqueo, y Ester pone a Mardoqueo a cargo de la casa de Amán. Ester vuelve a suplicar al rey, rogándole que anule el malvado plan de Amán contra los judíos. El rey extiende su cetro de oro a Ester y ella se levanta.

Ester pide que se emita una orden escrita para revocar las cartas que autorizaban la trama de Amán para destruir a los judíos. El rey Asuero responde que ya ha dado a Ester la casa de Amán y que Amán ha sido colgado por su crimen. Sin embargo, el rey permite a Ester y Mardoqueo escribir una nueva orden en su nombre y sellarla con su anillo. Esta nueva orden da a los judíos el derecho de defenderse contra cualquier fuerza armada que venga contra ellos. Al final del capítulo, los judíos se regocijan por la nueva orden y Mardoqueo sale vestido de azul y blanco, con una gran corona de oro y un manto de lino y púrpura.

Capítulo 9

El capítulo 9 del libro de Ester comienza con los judíos obteniendo la victoria sobre sus enemigos. En el día en que los enemigos de los judíos esperaban dominarlos, sucedió lo contrario; los judíos se enseñorearon de los que los aborrecían. Los judíos se reunieron en sus ciudades, en todas las provincias del rey Asuero, para luchar contra aquellos que habían procurado su mal. Nadie pudo resistirles, porque el temor a ellos había caído sobre todos los pueblos. Mardoqueo, en particular, se había vuelto muy influyente en la casa del rey, y su fama se extendía por todas las provincias.

Los judíos mataron a todos sus enemigos a filo de espada, con mortandad y destrucción, e hicieron con sus enemigos como quisieron. En Susa, la capital del reino, los judíos mataron y destruyeron a quinientos hombres. También mataron a los diez hijos de Amán, pero no tocaron sus bienes. Cuando el rey se enteró de la cantidad de muertos en Susa, preguntó a Ester qué más deseaba, y ella pidió que los judíos en Susa tuvieran un día más para hacer justicia y que los diez hijos de Amán fueran colgados en la horca. El rey accedió a su petición.

Capítulo 10

El capítulo 10 del libro de Ester concluye la historia con un resumen de la grandeza de Mardoqueo. El rey Asuero impuso un tributo a la tierra y a las islas del mar. Todos los hechos concernientes a su poderío y sus hazañas, y los pormenores de la grandeza a que elevó a Mardoqueo, están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de los medos y de los persas.

Mardoqueo, el judío, era el segundo después del rey Asuero, muy considerado entre los judíos y amado de la muchedumbre de sus hermanos. Mardoqueo disfrutaba de buena reputación entre los judíos debido a que continuó siendo su amigo cuando subió a una posición de poder. Aunque no hay registros arqueológicos que indiquen que Mardoqueo fue el segundo a cargo del gobierno, durante este tiempo hay una brecha extraña en los antiguos registros persas. Estos indican que otro hombre ocupó esa posición en el 465 a.C., aproximadamente siete años después que Mardoqueo fuera designado por primera vez.