El Libro de Abdías es el más corto de los libros proféticos del Antiguo Testamento, con solo un capítulo de 21 versículos. El mensaje de Abdías está dirigido principalmente a Edom, una nación descendiente de Esaú (hermano de Jacob), que había actuado con hostilidad hacia Israel. Este libro contiene una fuerte condena contra Edom por su orgullo y maldad, especialmente por su traición y crueldad hacia Israel en momentos de crisis.
Versículos 1-4: El juicio contra Edom
Dios, a través del profeta Abdías, declara que ha enviado mensajeros para reunir a las naciones contra Edom. El Señor anuncia que humillará a Edom, a pesar de su orgullo y su confianza en sus fortificaciones en las montañas. Edom se sentía invulnerable debido a su posición geográfica en los acantilados y su seguridad militar, pero Dios les advierte que nada de esto podrá salvarlos del juicio venidero.
Versículos 5-9: La destrucción total de Edom
Abdías describe la inminente destrucción de Edom con imágenes poderosas. Se les compara con ladrones que no dejarán nada detrás. Aun cuando los recolectores de uvas dejan algunas para los pobres, Edom será completamente despojado. La sabiduría de sus consejeros y la fortaleza de sus guerreros serán inútiles, y no quedará rastro de la antigua grandeza de Edom. La nación será traicionada incluso por sus propios aliados, quienes también contribuirán a su ruina.
Versículos 10-14: El pecado de Edom contra Israel
Dios revela la razón del juicio contra Edom: su traición y maldad hacia Israel. Cuando Israel enfrentó una calamidad (posiblemente la destrucción de Jerusalén por Babilonia), Edom no solo no ayudó, sino que también se alegró del sufrimiento de Israel, saqueó sus ciudades y persiguió a los israelitas que huían. Abdías condena a Edom por su falta de compasión y su traición hacia su «hermano» Jacob, recordando los lazos históricos entre Israel y Edom como descendientes de los hermanos Jacob y Esaú.
Versículos 15-16: El «Día del Señor»
Abdías anuncia que el «Día del Señor» se acerca, no solo para Edom, sino para todas las naciones. En este día de juicio, Dios castigará a todas las naciones por sus pecados. Lo que Edom ha hecho a Israel, le será devuelto. Las naciones que han maltratado al pueblo de Dios enfrentarán la misma suerte: la justicia de Dios será imparcial y todos serán responsables de sus acciones. Este «Día del Señor» representa el juicio final y el ajuste de cuentas para todos los pueblos.
Versículos 17-21: La restauración de Israel y el reino del Señor
A pesar del juicio, el mensaje de Abdías termina con una promesa de esperanza para Israel. Mientras que Edom será destruido, Israel será restaurado. El monte Sión (Jerusalén) será un lugar de salvación, y el pueblo de Israel recuperará su tierra. Los territorios ocupados por Edom y otras naciones serán devueltos a Israel, y Dios establecerá Su reino. Esta promesa de restauración incluye la visión de que el pueblo de Dios gobernará sobre sus enemigos, y el Señor reinará sobre todas las naciones.