Explicación del libro de Malaquias

El libro de Malaquías es el último de los profetas menores y el final de la literatura profética del Antiguo Testamento. Su autor, cuyo nombre significa “mi mensajero”, se dirige a un pueblo que ha perdido el fervor por Dios y que se ha apartado de sus mandamientos. Con un tono polémico y directo, Malaquías confronta a los israelitas con sus pecados y les anuncia el juicio y la restauración que vendrán con la llegada del Gran Rey.

¿Te gustaría saber más sobre este fascinante libro bíblico? ¿Quieres descubrir cuáles son los temas que aborda, la fecha de su composición, el contexto histórico en el que se escribió y su mensaje teológico? Entonces, te invitamos a leer este mega post, donde encontrarás toda la información que necesitas para comprender y apreciar el libro de Malaquías. No te lo pierdas, ¡sigue leyendo!

Resumen del libro de Malaquías

El libro de Malaquías es el último de los doce profetas menores del Antiguo Testamento y contiene mensajes de Dios a través de Malaquías, cuyo nombre significa “mi mensajero”. El libro fue escrito alrededor del año 450 a.C., después del regreso de los judíos del exilio babilónico. El propósito del libro es llamar al pueblo de Dios al arrepentimiento y a la renovación de su pacto con Él. El libro se divide en cuatro secciones principales:

  • La primera sección (1:1-5) declara el amor de Dios por Israel y su rechazo de Esaú (Edom), el hermano de Jacob.
  • La segunda sección (1:6-2:16) denuncia los pecados de los sacerdotes y del pueblo, especialmente en lo que respecta al culto, al matrimonio y a la fidelidad.
  • La tercera sección (2:17-3:18) anuncia el juicio y la purificación de Dios por medio de un mensajero que preparará el camino para el Señor. También promete una recompensa para los justos y una condenación para los impíos.
  • La cuarta sección (4:1-6) describe el día del Señor, cuando los malvados serán destruidos y los justos serán salvados. También hace una referencia a la venida de Elías antes de ese día.

El libro de Malaquías es una exhortación a volver al Señor con todo el corazón y a esperar su intervención salvadora. También es una profecía que apunta a la venida de Juan el Bautista y de Jesucristo, el Mesías prometido.

Explicaciones del libro de Filipenses por capítulo y versículos

Aquí podrás encontrar explicaciones del libro de Malaquías por capítulos y versículos. En esta sección podrás encontrar explicaciones más detalladas acerca del libro, como expresiones y asuntos teológicos tratados de forma más específica.  

Estructura del libro de Malaquías

Podríamos estructurar el libro de Malaquías de la siguiente manera:

El libro de Malaquías tiene una estructura basada en un diálogo entre Jehová y el pueblo de Israel. El profeta plantea una serie de preguntas y acusaciones que revelan el pecado y la infidelidad de los israelitas, y los llama al arrepentimiento y a la obediencia. El libro se puede dividir en cuatro secciones principales:

Introducción: Malaquías 1:1. El profeta presenta el oráculo de Dios contra Israel y afirma su amor por ellos.

Primera disputa: Malaquías 1:2-2:9. Dios reprocha al pueblo y a los sacerdotes por ofrecer sacrificios impuros y profanar su nombre. Les advierte de las consecuencias de su desprecio y les recuerda el pacto que hizo con ellos.

Segunda disputa: Malaquías 2:10-16. Dios acusa al pueblo de romper el pacto con él y con sus esposas, al casarse con mujeres paganas y divorciarse injustamente. Les exhorta a ser fieles y a respetar el matrimonio como una institución sagrada.

Tercera disputa: Malaquías 2:17-3:15. Dios rechaza las quejas del pueblo de que él no hace justicia ni recompensa a los que le temen. Les anuncia la venida de su mensajero, que preparará el camino para el día del Señor, un día de juicio y purificación. Les invita a poner a prueba su fidelidad devolviendo los diezmos y las ofrendas, y les promete bendiciones si lo hacen.

Cuarta disputa: Malaquías 3:16-4:6. Dios distingue entre los justos y los impíos, y les asegura a los primeros que serán su tesoro especial y que tendrán vida eterna. Les anuncia la venida de Elías, que restaurará la relación entre padres e hijos, y les advierte de la destrucción de los malvados en el día del Señor.

Tema central del libro de Malaquías

El tema central del libro de Malaquías es la infidelidad de Israel y el juicio y la restauración de Dios. Malaquías reprende al pueblo de Israel por no seguir los mandamientos de Dios, por ofrecer sacrificios inaceptables, por casarse con extranjeros idólatras, por divorciarse injustamente, por robar los diezmos y por dudar del amor y la justicia de Dios. Malaquías también anuncia la venida del mensajero de Dios, que preparará el camino para el día del Señor, cuando Dios juzgará a los malvados y bendecirá a los fieles.

Contexto histórico y social del libro de Malaquías

El libro de Malaquías es el último de los profetas menores del Antiguo Testamento. Fue escrito por un profeta anónimo que se identificó como «mi mensajero» o «mi ángel» en hebreo.

El libro se dirigió a los judíos que habían regresado del exilio en Babilonia y que habían reconstruido el templo, pero que habían caído en la apatía, el pecado y la infidelidad a Dios. El contexto histórico y social del libro se sitúa alrededor del año 430 a.C., cuando el pueblo de Israel estaba bajo el dominio persa y enfrentaba problemas internos como el divorcio, los matrimonios mixtos, la corrupción de los sacerdotes, el descuido de los diezmos y los sacrificios, y la duda sobre el amor y la justicia de Dios.

El libro de Malaquías tiene como propósito confrontar al pueblo con su pecado y restaurar su relación con Dios, anunciando también la venida del Mesías y el día del juicio.

Fecha y lugar de composición

Según los estudiosos, el libro de Malaquías se escribió alrededor del año 430 a.C. en Jerusalén. El autor se identificó como «mi mensajero» o «mi ángel» en hebreo, pero no sabemos su verdadero nombre. El libro se dirigió a los judíos que habían regresado del exilio en Babilonia y que habían reconstruido el templo, pero que habían caído en la apatía, el pecado y la infidelidad a Dios. El libro de Malaquías es el último de los profetas menores del Antiguo Testamento y el último libro de la Biblia hebrea.

Autoría, ¿Quien escribió en libro de Malaquías?

El libro de Malaquías es el último de los libros proféticos del Antiguo Testamento, y se atribuye a un profeta llamado Malaquías, cuyo nombre significa “mi mensajero” en hebreo. Sin embargo, algunos estudiosos han sugerido que Malaquías no era el verdadero nombre del autor, sino un título que la tradición le dio, ya que tanto los profetas como los sacerdotes eran llamados mensajeros del Señor.

Algunas fuentes antiguas, como el Talmud y el Tárgum de Jonathan, identifican a Malaquías con otros personajes bíblicos, como Mardoqueo o Esdras.

Características literarias del libro de Malaquías

El texto de Malaquías se caracteriza por el tono polémico con que aborda los diferentes temas. La propia armazón literaria del mensaje es una especie de discusión retórica, de diálogo con sus destinatarios, a cuyas preguntas y objeciones responde el profeta.

El libro se divide en cuatro capítulos y 55 versículos. Cada capítulo contiene una o más secciones que siguen un patrón similar: una afirmación de Dios, seguida de una pregunta del pueblo o de los sacerdotes, y luego una respuesta de Dios que expone su juicio o su promesa.

El libro tiene un estilo poético que usa recursos como el paralelismo, la repetición, la ironía, la metáfora y el contraste para enfatizar su mensaje.

El libro presenta varios temas importantes, como el amor de Dios por su pueblo, el pacto que los une, la infidelidad y el desdén de los israelitas, el juicio y la purificación de Dios, la esperanza del Mesías y su mensajero, y la restauración final de los fieles.

Versículos clave del libro de Malaquías

Versículo principal:

Malaquías 3:1

He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.

Versículos claves:

Malaquías 1:2

“Yo os he amado, dice Jehová; y dijisteis: ¿En qué nos has amado?” Este versículo introduce el tema del amor de Dios por su pueblo, que ellos habían puesto en duda y despreciado.

Malaquías 1:14

“Maldito el que engaña, el que, teniendo macho en su rebaño, promete y sacrifica al Señor lo dañado. Porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y mi nombre es temible entre las naciones.” Este versículo resume el tema del respeto y la obediencia a Dios, que el pueblo y los sacerdotes habían descuidado.

Malaquías 3:1

“He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.” Este versículo anuncia la venida del Mesías y el día del juicio, que son las esperanzas finales de Israel.

Malaquías 3:6

“Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.” Este versículo revela el carácter inmutable y fiel de Dios, que es la razón por la que no ha destruido a su pueblo a pesar de sus pecados.

Malaquías 3:10

“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.” Este versículo invita al pueblo a confiar en Dios y a cumplir con sus mandamientos, prometiendo su bendición y prosperidad.

Interpretación del libro de Malaquías

El libro de Malaquías está dirigido a los israelitas que habían regresado del exilio babilónico y que vivían en Judá bajo el dominio persa. El propósito del libro es confrontar al pueblo con sus pecados y llamarlos al arrepentimiento y a la renovación de su alianza con Dios.

El libro de Malaquías tiene un estilo literario peculiar, basado en el uso de preguntas y respuestas. El profeta plantea una acusación contra el pueblo o los sacerdotes, y luego anticipa la objeción o la excusa que podrían dar. De esta manera, el profeta muestra la ignorancia, la indiferencia o la rebeldía de sus oyentes, y les da la oportunidad de reconocer su culpa y cambiar de actitud. El libro se divide en cuatro secciones principales, cada una de las cuales contiene una serie de disputas o controversias entre Dios y su pueblo.

La primera sección (1:2-5) trata sobre el amor de Dios por Israel. Dios afirma que ha amado a Israel desde el principio, cuando eligió a Jacob y rechazó a Esaú. Sin embargo, el pueblo cuestiona el amor de Dios, al ver que sus enemigos, los edomitas, descendientes de Esaú, parecen prosperar. Dios responde que ha castigado a Edom y que lo convertirá en un desierto, mientras que Israel será testigo de su grandeza.

La segunda sección (1:6-2:9) trata sobre el desprecio de los sacerdotes por el nombre de Dios. Dios acusa a los sacerdotes de ofrecer sacrificios defectuosos e impuros, de violar el pacto y de enseñar falsamente al pueblo. Los sacerdotes se defienden diciendo que no han hecho nada malo, y que el servicio del templo es una carga. Dios responde que los rechaza y los maldice, y que enviará a un mensajero que purificará el sacerdocio y restaurará el culto verdadero.

La tercera sección (2:10-16) trata sobre la infidelidad del pueblo en el matrimonio. Dios acusa al pueblo de romper la unidad y la santidad de la familia, al casarse con mujeres paganas y al divorciarse de sus esposas legítimas. El pueblo se justifica diciendo que no ha hecho nada malo, y que Dios no se preocupa por ellos. Dios responde que él es testigo de sus acciones, y que los rechaza y no acepta sus ofrendas, y que espera que se arrepientan y sean fieles a sus esposas.

La cuarta sección (2:17-4:6) trata sobre el juicio de Dios sobre el mal y el bien. Dios acusa al pueblo de cansarlo con sus palabras, al dudar de su justicia y de su venida. El pueblo se defiende diciendo que no ven ninguna diferencia entre los que hacen el mal y los que hacen el bien, y que Dios no actúa. Dios responde que enviará a su mensajero, que preparará el camino para el día del Señor, un día de fuego y destrucción para los impíos, pero de salvación y bendición para los justos. Dios exhorta al pueblo a recordar la ley de Moisés y a esperar la venida de Elías, que reconciliará a los padres con los hijos.

El libro de Malaquías nos enseña que Dios es un Dios de amor, de pacto, de santidad y de juicio. Nos muestra que Dios espera de su pueblo una respuesta de fe, de obediencia, de fidelidad y de esperanza. Nos invita a examinar nuestra relación con Dios, con los demás y con nosotros mismos, y a arrepentirnos de nuestros pecados y a renovar nuestro compromiso con Dios. Nos anima a confiar en las promesas de Dios y a prepararnos para la venida de su reino.

Jesús en el libro de Malaquías

Representación de Juan el bautista predicando sobre aquel que vendria despues de él.

Uno de los temas centrales del libro es el de la alianza, el pacto que Dios hizo con Israel en el monte Sinaí, y que fue renovado varias veces a lo largo de la historia. La alianza implicaba una relación de amor y fidelidad entre Dios y su pueblo, pero también de obediencia y compromiso por parte de Israel. Sin embargo, el pueblo había quebrantado la alianza, y había incurrido en la ira de Dios.

Malaquías denuncia las diversas formas en que el pueblo había violado la alianza: los sacerdotes habían ofrecido sacrificios impuros y habían descuidado la enseñanza de la ley (1:6-2:9); los hombres habían divorciado a sus esposas fieles para casarse con mujeres paganas (2:10-16); los ricos habían explotado a los pobres y habían retenido los diezmos y las ofrendas (3:5-12); y los impíos habían desafiado a Dios y habían puesto en duda su justicia (3:13-15).

Ante esta situación, Malaquías anuncia la intervención de Dios, que enviará a su mensajero para preparar el camino delante de él. Este mensajero es identificado con el profeta Elías, que había confrontado al rey Acab y a los falsos profetas de Baal en el monte Carmelo (1 Reyes 18). El propósito del mensajero es hacer volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, es decir, restaurar la unidad y la armonía familiar y social que se había perdido por el pecado (4:5-6).

Pero el mensajero no viene solo, sino que precede al Señor mismo, que vendrá de repente a su templo. El Señor es llamado el mensajero de la alianza, es decir, el que viene a ratificar y a cumplir la alianza que había hecho con Israel. Sin embargo, su venida no será fácil, sino que será como el fuego del fundidor y como el jabón de los lavanderos, que purifica y limpia lo que está sucio y manchado (3:1-4).

¿Quién es este Señor que viene? ¿Qué relación tiene con la alianza? ¿Qué significa su venida para el pueblo de Israel? Estas son algunas de las preguntas que el libro de Malaquías plantea, y que encuentran su respuesta en el Nuevo Testamento.

En el Evangelio de Mateo, se nos dice que Juan el Bautista es el mensajero que Malaquías había profetizado, y que su misión es preparar el camino del Señor mediante el bautismo de arrepentimiento (Mateo 3:1-3). Juan anuncia la llegada de uno que es más poderoso que él, y que bautizará con el Espíritu Santo y con fuego (Mateo 3:11). Este es Jesús, el Hijo de Dios, el Mesías, el Salvador.

Jesús es el Señor que viene a su templo, y que lo purifica de los mercaderes y de los cambistas que lo habían profanado (Mateo 21:12-13). Jesús es el mensajero de la alianza, y la alianza misma, que se sella con su sangre derramada en la cruz (Mateo 26:28). Jesús es el que trae el juicio y la salvación, separando a los justos de los impíos, y dando la vida eterna a los que le siguen (Mateo 25:31-46).

Así, el libro de Malaquías nos conduce a Jesús, el cumplimiento de las profecías y de las promesas del Antiguo Testamento. Jesús es el que renueva la alianza con su pueblo, y lo llama a una relación de amor y fidelidad con él. Jesús es el que nos purifica de nuestros pecados, y nos hace partícipes de su reino. Jesús es el que viene otra vez, y nos espera con los brazos abiertos.

Aplicación del libro de Malaquías

¿Qué podemos aprender hoy de este libro antiguo? ¿Cómo podemos aplicar sus enseñanzas a nuestra vida cristiana? A continuación, presentamos algunos principios de aplicación que podemos extraer de Malaquías:

El amor de Dios

Dios nos ama con un amor eterno y fiel, que no depende de nuestras obras ni de nuestras circunstancias. Él nos ha escogido desde antes de la fundación del mundo para ser sus hijos, y nos ha demostrado su amor en la cruz de Cristo, donde nos redimió de nuestros pecados y nos reconcilió consigo mismo (Malaquías 1:2-5; Efesios 1:4-7; Romanos 5:8).

Nuestra respuesta

Dios espera de nosotros una respuesta de amor, obediencia y adoración. Él quiere que le honremos con nuestra vida, con nuestros labios y con nuestros bienes. Él quiere que le ofrezcamos lo mejor de nosotros mismos, y no lo que nos sobra o lo que está defectuoso. Él quiere que le sirvamos con integridad, con reverencia y con alegría (Malaquías 1:6-14; 3:6-12; Romanos 12:1-2; Hebreos 12:28-29).

La corrección de Dios

Dios nos corrige y nos disciplina cuando nos apartamos de su voluntad, pero lo hace por amor y por nuestro bien. Él no quiere que permanezcamos en el pecado, sino que nos arrepintamos y volvamos a él. Él nos purifica y nos santifica por su Espíritu, para que seamos un pueblo santo, que refleje su gloria y su justicia (Malaquías 2:1-9; 3:1-5; 4:1-3; Hebreos 12:5-11; 1 Pedro 2:9-12).

Dios le preocupan las otras relaciones

Dios nos llama a ser fieles en nuestras relaciones, especialmente en el matrimonio y en la familia. Él quiere que respetemos y amemos a nuestra pareja, y que no rompamos el pacto que hicimos con ella. Él quiere que eduquemos a nuestros hijos en el temor y el conocimiento de Dios, y que les transmitamos su palabra y su verdad (Malaquías 2:10-16; Efesios 5:22-33; 6:1-4; Deuteronomio 6:4-9).

La confianza que deberíamos

Dios nos invita a confiar en él y en sus promesas, y a esperar con paciencia y con fe su venida. Él nos asegura que él es soberano sobre la historia, y que él cumplirá su plan de salvación para su pueblo. Él nos anima a perseverar en el bien, y a no desanimarnos por el mal que nos rodea. Él nos recuerda que él tiene preparado un día de juicio y de recompensa, en el que él hará justicia a los suyos, y en el que él se manifestará como el Sol de justicia, que trae sanidad en sus alas (Malaquías 3:13-18; 4:4-6; Apocalipsis 22:12-21).

Preguntas frecuentes del libro de Malaquías

El libro de Malaquías nos enseña que Dios ama a su pueblo y espera que le sea fiel, que le honre con una adoración sincera y que practique la justicia y la rectitud en la sociedad. También nos enseña que Dios es un padre, un maestro, un juez y un rey, que castiga el pecado y recompensa la obediencia. Además, nos enseña que Dios tiene un plan de salvación para el mundo, que se cumple en la venida de su Hijo Jesucristo, el sol de justicia, y de su precursor, Juan el Bautista, el mensajero del pacto.

Malaquías fue un profeta del Antiguo Testamento que vivió en el siglo V a.C. y escribió el último libro de los profetas menores. Su nombre significa «mi mensajero», lo que indica que su misión era transmitir el mensaje de Dios al pueblo de Israel. Malaquías denunció los pecados de los sacerdotes y del pueblo, como la infidelidad, el divorcio, la idolatría y la injusticia. También anunció la venida de un mensajero que prepararía el camino del Señor, que se cumplió en Juan el Bautista, y la aparición del sol de justicia, que se refiere a Jesucristo.

El libro de Malaquías es un libro profético del Antiguo Testamento, que forma parte de los llamados profetas menores. Es el último libro de la Biblia hebrea y contiene una serie de oráculos que Dios le dio a Malaquías para transmitir al pueblo de Israel, exhortándolo a volver a Dios y anunciándole su juicio y su salvación.

Según algunos estudiosos, Malaquías profetizó aproximadamente entre cincuenta y cinco y sesenta años después de Zacarías, es decir, entre el 450 y el 400 a.C.

El libro de Malaquías dice que el diezmo es una forma de honrar a Dios y de recibir sus bendiciones. El profeta Malaquías reprende al pueblo de Israel por robar a Dios al no pagar sus diezmos y ofrendas, y los invita a probar la fidelidad de Dios al traer todos los diezmos al alfolí, es decir, al lugar donde se guardaban los alimentos para los sacerdotes y los pobres.

Malaquías promete que, si el pueblo hace esto, Dios les abrirá las ventanas de los cielos y les derramará bendición hasta que sobreabunde, y también les protegerá de sus enemigos y les hará prosperar en la tierra.

El libro de Malaquías fue escrito alrededor del año 430 a.C., después del regreso de los judíos del exilio babilónico. El nacimiento de Jesús se sitúa entre los años 6 y 4 a.C., según el consenso de los historiadores. Por lo tanto, el tiempo transcurrido entre Malaquías y Jesús fue de aproximadamente 400 años.

Este período se conoce como el período intertestamentario, porque no hay libros bíblicos que lo cubran. Fue una época de cambios políticos, culturales y religiosos para el pueblo judío, que estuvo bajo el dominio de diferentes imperios: persa, griego, seléucida y romano. También fue una época de rebelión, resistencia y esperanza mesiánica.

El mensajero de Malaquías es Juan el Bautista, quien fue enviado por Dios para preparar el camino del Mesías, Jesucristo. Así lo confirma el Nuevo Testamento, que cita Malaquías 3:1 en Mateo 11:10 y Marcos 1:2. Juan el Bautista predicaba el arrepentimiento y bautizaba a la gente en el río Jordán, anunciando la llegada del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29).

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